En Europa hay actualmente 322 plantas de producción relacionadas con el sector de la automoción, con un crecimiento continuo desde 2021, cuando esta cifra era de 301. El sector de la automoción se encuentra actualmente en un período de transición, con una caída de las ventas de vehículos mientras va tomando forma el proceso de cambio del modelo de combustión al modelo eléctrico o de combustibles neutros en emisiones. La Asociación Europea de Fabricantes ACEA recoge en su último informe (marzo de 2024) que en la UE hay 38 plantas de producción de baterías, a lo que habría que sumar las situadas en Rusia (1), Turquía (1) y el Reino Unido (2), con lo que el número total de fábricas asciende a 42. Alemania lidera el ranking con 12 plantas propias. Le siguen Francia con 5, y en tercera posición figura España, según las últimas cifras de ACEA, aunque el número exacto de fábricas de baterías para coches eléctricos en Europa está en constante cambio debido a las nuevas inversiones y proyectos en marcha. Precisamente nuestro país está tomando un papel protagonista en este proceso de electrificación, compitiendo con alemania y Francia sobre todo tras el anuncio realizado por Stellantis y el grupo chino CATL, según el cual han creado una Jopint Venture a través de la cual van a invertir 4.100 millones de euros en la construcción de una nueva gigafactoría de baterías en Zaragoza. Esta fábrica comenzará a construirse a finales de 2026, y se estima que podría generar unos 3.000 puestos de trabajo en la zona. Se espera que la producción de baterías en España continúe creciendo en los próximos años, consolidando al país como un actor clave en la transición hacia la movilidad eléctrica. En España, existen cuatro proyectos de fábricas de baterías: Sagunto, del Grupo Volkswagen, con una capacidad prevista de 40 GWh anuales; Envision AESC, en Navalmoral de la Mata (Cáceres), con 30 GWh y Basquevolt, en Álava, con 10 GWh. Además del proyecto de la empresa china AESC, que proyecta construir igualmente una : fábrica de baterías en Extremadura Por parte del grupo Volkswagen, su fábrica de celdas en Valencia empezará a producir la celda unificada en 2026 y creará más de 3.000 empleos directos con una capacidad inicial de 40 GWh al año y potencial para una futura ampliación. Aquí PowerCo las fabricará con electricidad 100 % verde procedente de energía solar y eólica. Esta fábrica de celdas se está construyendo sobre un área de aproximadamente 130 hectáreas en Sagunto, en las proximidades de la ciudad de Valencia. Junto con el parque de proveedores previsto, que se construirá en paralelo a la fábrica de PowerCo, el área alcanza las 200 hectáreas. Entre los factores más importantes que ayudaron a decidir construir la planta en Valencia están la disponibilidad de electricidad de origen verde de bajo coste, el clúster regional de investigación e innovación, así como las buenas infraestructuras de transporte y la proximidad a los centros de producción del Grupo en España. La gigafactoría de Valencia proveerá de celdas unificadas a las plantas de vehículos de Martorell y Pamplona, entre otras. La gigafactoría de Valencia es un elemento central del programa de inversión de 10.000 millones de euros denominado Future: Fast Forward que el Grupo Volkswagen anunció el año pasado junto con PowerCo, su filial española SEAT S.A. y 49 socios. Según el plan, Volkswagen también electrificará sus fábricas de automóviles de Martorell y Pamplona, como parte del PERTE para el vehículo eléctrico y conectado. PowerCo agrupa el negocio global de baterías del Grupo Volkswagen en toda la cadena de valor, desde el suministro de materias primas y el desarrollo hasta la construcción y explotación de gigafábricas. Para 2030, se espera que PowerCo y sus socios generen unos ingresos anuales de más de 20.000 millones de euros. Otro de los grandes proyectos es el de la construcción de la planta de Envision AESC, que podría estar operativa en Navalmoral de la Mata (Cáceres) en 2027, dando empleo a hasta 3.000 personas. En total, la inversión que llevará a cabo la compañía será de hasta 2.500 euros, aunque desde la cúpula directiva afirman que esta se podrá duplicar. El impacto en empleo podría traducirse en hasta 12.000 nuevos puestos de trabajo indirectos. Envision es una empresa de Shanghái que comenzó su actividad fabricando turbinas eólicas. Ha firmado un contrato con Mercedes-Benz para abastecer la fábrica de Vitoria, en donde se produce la furgoneta eléctrica Clase V. Basquevolt, la empresa de baterías instalada en Miñano (Vitoria) ya ha puesto en marcha su primera planta prototipo, con la que aspiran a convertirse en el líder europeo de la próxima generación de baterías de litio de estado sólido. El Consorcio de inversores fundacionales del proyecto, impulsado por el Gobierno Vasco, incluye a Iberdrola, CIE Automotive, Enagás, EIT InnoEnergy y CIC energiGUNE. El proyecto prevé poner en marcha una línea de producción en 4 años, con una inversión de 700 millones de euros y más de 800 empleos directos generados. En su línea de prototipo pala la fabricación de celdas ha iniciado ya la producción de sus primeras celdas de 20Ah y se espera que para finales de este año se puedan fabricar celdas de 80Ah. La planta se ha construido en tan solo 8 meses, cuenta con 4.500m2 y tiene la capacidad de albergar 80 operarios entre funciones de ingeniería y producción. La apuesta de Basquevolt pasa por diferenciarse de las baterías que actualmente llevan los coches, que son líquidas, y pasar a baterías en estado sólido. Las regiones que más se están haciendo eco y que seguirán haciéndose eco son Asia (China, Japón y Corea del Sur en particular), Europa, Estados Unidos y Canadá. Todas ellas desempeñan un papel clave para mantener el mercado de baterías en marcha. China tiene entre el 85 y el 95% de la capacidad de fabricación mundial de materiales para cátodos y ánodos de baterías, más del 80% de la capacidad de fabricación mundial de energía solar fotovoltaica y más del 75-90% de la capacidad mundial de procesamiento de cobalto, grafito y tierras raras, según el World Energy Outlook 2024 . Europa, por su parte, ha aprobado estrictas regulaciones para cumplir con los objetivos climáticos de la Unión Europea, además de destinar parte de su inversión en gigafactorías para mermar su dependencia de Asia. Así, se espera que la producción de baterías en Europa continúe creciendo en los próximos años, gracias a las inversiones anunciadas y a las políticas de apoyo de la Unión Europea. Europa está experimentando un crecimiento exponencial en la producción de baterías, impulsado por la creciente demanda de vehículos eléctricos y por políticas gubernamentales que fomentan la transición hacia una movilidad más sostenible. El mercado de baterías está creciendo de manera constante; de hecho, se espera que el mercado mundial de baterías alcance los 423.900 millones de dólares en 2030. Pero pese a que se está avanzando en la creación de plantas de fabricación de baterías y las propias marcas ya disponen de un amplio catálogo de vehículos eléctricos, la industria automovilística de la UE ha invertido miles de millones en electrificación para poner vehículos en el mercado, pero los demás ingredientes necesarios para esta transición no están disponibles y la competitividad de la UE se está erosionando, según la Asociación de Fabricantes ACEA. Desde esta organización estiman que se necesitarán 8,8 millones de puntos de recarga para 2030. Esto significa que se deben instalar alrededor de 1,2 millones de cargadores cada año para alcanzar el objetivo de descarbonización de 2030 (ocho veces más de lo que se instala actualmente (150.000) al año), y esto en un abrir y cerrar de ojos en términos de infraestructura que permita la aprobación e instalación. Además denuncian que producir vehículos eléctricos en Europa cuesta más que los modelos con motor de combustión o los vehículos eléctricos importados de regiones con menores costes de fabricación. Por eso reclaman un marco de políticas en Europa que permita «la fabricación asequible, por ejemplo, reduciendo los costes más elevados de fabricación de baterías y de energía, así como asegurando el acceso a materias primas fundamentales para impulsar la era de los vehículos eléctricos».