Los managers en el difícil momento cuando tienen que tomar decisiones
La temporada de béisbol invernal dominicano se acerca a la parte final de la Serie Regular.
La pregunta obligada en esta recta final del torneo 2024-25, cuáles serán los dos equipos que no probarán el cochinillo.
La cuarta posición hay que ponerle mucha atención. Las Aguilas tienen récord de 18-20 y los Gigantes 16-22, la diferencia es de dos juegos a favor de los aguiluchos cuando restan cinco juegos entre estas dos novenas. Me inclino por las Aguilas.
De acuerdo como está el panorama de la serie regular, obtendrán el visado para la serie semifinal los cuatro equipos tradicionales: Estrellas Orientales, Tigres del Licey, Leones del Escogido y Aguilas Cibaeñas.
De los cuatro managers de los equipos tradicionales Fernando Tatis (EO), Gilbert Gómez (TL) y Yadier Molina (AC) están fríos. En el ojo de la cerradura de los fanáticos está Albert Pujols (LE).
El béisbol tiene su «Librito», por el cual se rigen las jugadas conforme a la situación del juego. Cuando se juega por el «Librito» se usa la teoría de la pelota; cuando se juega contra la teoría o la lógica, el mánager se expone, porque lleva las de perder en un 75% y en un 25% las de ganar. En mi caso, me gustan los dirigentes arriesgados, esos que abandonan el «Librito» para sacarle provecho a una situación de beneficio para su equipo, aunque las cosas no salgan como ellos y nosotros querramos.
Vamos a citar dos ejemplos. Una en donde el mánager no arriesga nada, no pierde nada y lo puede ganar todo y otra en que se arriesga para favorecer a su equipo y perder hasta parte de su prestigio.
1.- Con corredores en primera y segunda sin out y el juego empatado, el «Librito» indica que se debe tocar largo por tercera a fin de adelantar los corredores y colocarlos en posición anotadora. La defensiva sabe cómo marcar o contrarrestar la jugada de la ofensiva. Pero al mánager conservador no le importa eso y ordena el toque. El resultado, el toque sale desviado hacia un guante y se produce una doble matanza.
2.- El dirigente arriesgado, al verse acorralado, trata de romper el cerco mandando a batear largo, aprovechando que los infielders están movidos, pero su osadía culmina con un doble play. Ambas jugadas han tenido el mismo resultado, más por esta última es que se condena y se critica al mánager.
Por eso los mánagers y eso va para Pujols, tienen que dirigir conforme a su criterio, sin estar pendientes de los juicios de las redes y estar prestos a asumir las responsabilidades, ya que nadie en su hora cero estaría dispuesto a compartir, ya que en esa hora los hombres suelen quedarse solos… tan solos como los muertos.
Fuente: Diario Libre (Bienvenido Rojas)