Gracias a la Constitución de 1978, Hitler se suicidó en 1945
Ironía sí, pero no busque demagogia en el título, pues todo está relacionado, y más con esos algoritmos que no dejan de afinar hasta que consiguen ordenar desde fuera las cosas en las que estamos pensando por dentro. Me ha venido Hitler porque no puedo evitar 1964 cada vez que los de “Gracias a la Constitución…” insinúan que también le debemos la paz desde 1978, como si en uno de sus artículos, de los que se hayan cumplido, se ordenara destruir hasta las pistolas de juguete.