Con algunos titulares atiborrados en exceso de minutos, el papel de los suplentes resulta fundamental cuando los partidos tienden a atascarse o a atravesar turbulencias. En
Dortmund, entrando en el tramo final por
Lewandowski, Ferran Torres exhibió oficio anotando un doblete que catapultó al Barça hasta la cabeza de la clasificación. No fue la primera vez. La última, hace cuatro días, en el
Benito Villamarín, ya vio puerta entrando desde el banquillo.
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