Lo sé, nuestro día a día es un ajetreo, y esto hace que muchas veces descuidemos lo más importante: nuestra salud. Es fácil caer en la rutina y dejar los chequeos médicos para "otro momento" o no prestar atención a pequeños síntomas que podrían ser señales de alerta. Sin embargo, cuando hablamos de salud, prevenir siempre será mejor que curar. Y aunque suene como un cliché, nunca ha sido tan cierto.
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