El Congreso rechaza el intento de PP y Vox de tumbar la reforma de la ley mordaza

El Congreso ha dado luz verde a la tramitación de la reforma de la ley de seguridad ciudadana que, entre otras cosas, propone la eliminación de las pelotas de goma del material de los antidisturbios y la desaparición de las devoluciones en caliente en la frontera. La mayoría del pleno ha rechazado las enmiendas a la totalidad de PP y Vox y eso implica que la reforma pasará ahora seguirá su tramitación en la cámara baja.

La enmienda del PP ha sido rechazada con 169 votos a favor y 176 en contra. La de Vox, con 33 votos de su partido a favor, 176 en contra y 137 abstenciones, tampoco ha salido adelante. La norma todavía tiene que tramitarse a través de una ponencia, en la comisión de Interior y nuevamente en el pleno antes de poner rumbo al Senado.

La reforma ha sido impulsada por PSOE, Sumar, EH-Bildu, ERC y PNV y pretende modificar más de dos docenas de artículos de la ley de Seguridad Ciudadana de 2015. Una de sus principales modificaciones está al final de la norma, que con una nueva disposición adicional sobre el material antidisturbios obliga a ir sustituyendo “progresivamente” el uso de balas de goma “por otros menos lesivos”.

Otra de las nuevas disposiciones adicionales afecta a las denominadas “devoluciones en caliente” en la frontera, una medida migratoria avalada por el Tribunal Constitucional pero que ha recibido el rechazo constante de asociaciones y ONG desde su entrada en vigor. Si esta reforma termina entrando en vigor como ley, echará a correr un plazo de medio año para modificar la ley de Extranjería para que, antes de una posible expulsión, un migrante sea evaluado como posible solicitante de asilo en un lugar “habilitado al efecto en los pasos fronterizos”. Desaparecerá, por tanto, la devolución 'en caliente' en el mismo momento de la entrada.

Fotos a policías y manifestaciones

Otra de las medidas tiene que ver con uno de los puntos más controvertidos de la ley aprobada en 2015 por la mayoría absoluta del PP de Mariano Rajoy y que también fue cuestionada por el Constitucional: la prohibición de fotografiar a policías en acto de servicio. El uso de imágenes o datos personales de un agente será sancionable cuando genere “un peligro cierto” al policía, algo que queda mucho más especificado: “Deberá ser constatable y reflejarse motivadamente en el acta o en la denuncia”. Pero no será una infracción, explica, hacer o difundir fotos de policías en lugares públicos o manifestaciones si no generan ese peligro.

Muchas de las modificaciones que contiene esta reforma afectan también al derecho de manifestación o las identificaciones por la calle. Se añade que la obligación de una persona se base en “una sospecha razonable” tras analizar “el comportamiento individual” de la persona así como a “información o circunstancias objetivas”. Si alguien se niega a identificarse o no puede ser identificado, los policías podrán llevarle a comisaría pero por un máximo de dos horas, prorrogables al actual límite de seis horas en los supuestos más excepcionales.

En una manifestación la intervención policial estará dirigida por “el respeto al libre ejercicio del derecho de reunión”, con un “enfoque de derechos humanos” y con la obligación de advertir “de manera verbal claramente audible”, indicando plazos, antes de cargar o disolver una concentración.

El sistema sancionador en torno a las manifestaciones también cambia. Los responsables o convocantes de una concentración quedarán exonerados si, aunque se hayan producido disturbios o destrozos, previamente hubieran puesto en marcha las medidas de seguridad y cumplido con los requerimientos de la autoridad gubernativa, generalmente la Delegación del Gobierno del territorio. Sale de la lista de infracciones las perturbaciones de la seguridad ciudadana por manifestaciones frente al Congreso, el Senado o los parlamentos regionales en caso de que no incurran en algún delito.

Si los policías llevan cámaras de videovigilancia durante una actuación, su uso debe quedar tasado, constar en el atestado policial y sus grabaciones “custodiadas” por si algún juzgado las necesita. El valor de la declaración de un policía también queda matizado: la palabra de un agente seguirá siendo “base suficiente” para imponer una sanción, pero se añaden matices: “Siempre que la exposición de los hechos resulten coherentes, lógicos y razonables”.

“Ustedes lo que quieren es que haya un muerto”

El pleno ha rechazado este jueves las dos enmiendas a la totalidad presentadas ante la cámara baja por PP y Vox. La enmienda a la totalidad rechazada del partido de Santiago Abascal ha sido defendida por Javier Ortega-Smith: “El objetivo es el control de las calles, mantenerse en el poder cuando lo ven amenazado, controlar la desestabilización de las calles y el caos”, ha explicado. Sobre la eliminación de las pelotas de goma en los equipos de los antidisturbios, ha preguntado: “¿Cómo pretenden que se puedan enfrentar a manifestaciones violentas de la extrema izquierda, los separatistas en Cataluña o kale borroka en el País Vasco? ¿Lanzando flores, caramelos, con buenas palabras?”.

El portavoz de la extrema derecha en esta tramitación parlamentaria también se ha referido a la futura desaparición de las devoluciones en caliente. “Abrir todavía más la puerta de nuestras fronteras y que Ceuta y Melilla se conviertan en barra libre de entrada”, ha criticado. Su propuesta era “reforzar”, precisamente, estas devoluciones en caliente.

Por parte del PP ha sido Ana Vázquez quien ha comparecido para bautizar esta nueva nombra como “ley de la kale borroka, de la responsabilidad cero, de seguridad arruinada, de impunidad criminal, de manos atadas, la ley Otegi” que, según dice, “pasará los grilletes a manos de los policías”. Sobre las pelotas de goma, la diputada del PP ha afirmado que su eliminación “obligará a los agentes a enfrentarse cuerpo a cuerpo”. “Ustedes lo que quieren es que haya un muerto”, ha espetado al parlamentario de EH Bildu, Jon Iñarritu.

El parlamentario de EH Bildu ha contestado en su turno para fijar posición. “EH Bildu busca que no se vuelva a repetir lo que sucedió con Iñigo Cabacas, lo que buscamos es que no se vuelva a repetir algo así, porque las pelotas de goma son material antidisturbios propio del siglo XX, hay que buscar materiales menos lesivos y proporcionales”, ha dicho aludiendo al caso del joven muerto bajo pelotazos de goma de la Ertzaintza en 2012.

Desde la bancada de Podemos, la exministra Ione Belarra ha listado diversos casos judiciales y policiales para citar a quienes considera realmente “desprotegidos, y no la Policía”: “Los seis de la Suiza, el caso Altsasu, Tsunami Democràtic, los Jordis, operación Piñata y Pandora, Futuro Vegetal, Rodea el Congreso, la policía patriótica investigando ilegalmente a Podemos”, ha denunciado. “Mientras todo esto siga pasando en España nustra democracia nunca va a ser plena”, ha dicho antes de citar a diversos jueces: Manuel García Castellón, Concepción Espejel, Carmen Lamela y el “sacrosanto” Manuel Marchena.