Las dos personas normales se encuentran en una tienda para todo, uno de esos bazares nórdicos donde lo mismo se venden tenedores que lápices de colores, que botes para la pimienta, que ukeleles. La segunda persona normal, dos recodos más atrás que la primera (la tienda entera es un circuito), levanta la mano. —¡Eh! —¿Cómo? —¡Eh! ¡Aquí! —Ah, hola. Ya te veo. La primera persona normal desanda dos fases y la segunda persona normal se salta una. Se reúnen frente a los cojines. —¿Qué? ¿A comprar regalos baratos? —Pues sí. Y un trapo para la cocina. ¿Y tú? —Yo vengo a por unas grapas. Y a por regalos baratos, sí. Y a por un peine de púas gordas que me...
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