Edgar Gutiérrez Font, tutor de Microbiología de Alimentos de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), recomendó poner atención a tres aspectos clave para evitar estos problemas: la selección de productos frescos, el control de temperaturas y las buenas prácticas de higiene.
Además, hay consejos para cada una de las etapas de la preparación de alimentos y el almacenamiento de los sobrantes). En esta nota resumimos algunos.
Al comprar los alimentos
Si usted cocinará y va a comprar los ingredientes debe tener esto en cuenta:
Revise que los productos cárnicos y lácteos no tengan olores intensos o irregulares.
Prefiera productos debidamente empacados y almacenados en refrigeración.
No adquiera productos de dudosa procedencia.
Los alimentos frescos deben permanecer en refrigeración antes de ser cocinados.
Si va a comprar la comida ya preparada o a comer en un restaurante, soda o similar, tome en cuenta lo siguiente:
Consuma preferiblemente alimentos que hayan sido cocinados o calentados correctamente.
Si va a transportar la comida a otro lugar, recuerde que no puede pasar más de dos horas a temperatura ambiente, luego de esto debe refrigerarse y calentarse antes de comer.
Los productos mínimamente procesados (como ensaladas) son más riesgosos y es más fácil que estén contaminados. Asegúrese que el local tenga perfectamente bien limpio el espacio de manipulación.
Prefiera locales que demuestren buenas condiciones de limpieza e higiene en su entorno y manejo de alimentos.
Cerciórese de la limpieza del lugar: que no haya mesas sucias o con moscas, basura, que los utensilios estén limpios, que haya donde lavarse las manos, y agua y jabón.
Al preparar los alimentos
Limpie y desinfecte la superficie sobre la que va a trabajar.
Lave todos los utensilios de cocina.
Lave las frutas y verduras con agua potable. Asegúrese de que no haya rastros de tierra.
Lávese muy bien las manos. No solo antes, también cuando cambie de un ingrediente a otro o de un platillo a otro.
Si va a descongelar, lo ideal es pasarlo 12 horas antes a refrigeración y no hacerlo a temperatura ambiente.
Al descongelar, evite que los jugos de carne, pollo, pavo o pescados y mariscos goteen o pasen a otros alimentos.
Si va a picar alimentos, procure tener una tabla y un cuchillo independientes para las carnes crudas, otros para los vegetales, y otros para alimentos ya cocidos. Si solo tiene una tabla, lávela y séquela antes de cambiar de alimento.
Cerciórese de que los alimentos queden bien cocinados.
Al comer
Lávese las manos antes de comer.
Si se trata de comida preparada previamente, que tuvo que calentarse, esta debe calentarse preferiblemente en horno o estufa, en microondas no logra calentarse tanto. Lo ideal es que esté al menos a 63 °C, una temperatura que puede “quemar la boca” al inicio.
Si sobró comida
Si está en un plato del que la persona comió, debe desecharse, si hubo contacto con cubiertos o saliva no puede almacenarse.
No almacene alimentos crudos con alimentos cocinados.
Refrigere los platillos si se comerán en los próximos días, de lo contrario, congélelos.
En caso de intoxicación
Si usted presenta síntomas de intoxicación (dolor de estómago, náuseas, vómitos, mareos) o si tiene alguna duda, el Centro Nacional de Intoxicaciones atiende las 24 horas durante los 365 días del año.
Allí asesoran sobre cualquier tipo de intoxicación o reacción alérgica en personas de todas las edades. También se atienden consultas sobre animales intoxicados.