Llegó el gran día con la reunión este viernes en Santander de la Conferencia de Presidentes en la que se dan cita los responsables de los ejecutivos autonómicos y del Gobierno de España, con Pedro Sánchez a la cabeza. Tres años lleva sin convocarse este órgano, lo que ha llevado a las autonomías a insistentes peticiones e, incluso, a recurrir a los tribunales para que se organice el cónclave. El Palacio de la Magdalena de Santander es el lugar elegido para una cita que no empieza precisamente bien, entre otras cosas porque llega sin las suficientes reuniones preparatorias previas que pongan sobre la mesa documentos con compromisos concretos, como ha ocurrido en otras ocasiones. Esa es la gran duda con la que Castilla y León acude a la capital cántabra. «Otras veces se llegaba con temas preparados y propuestas ya presentadas en los grupos de trabajo previos a la Conferencia», ha señalado este jueves el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, quien, tras el Consejo de Gobierno, ha lamentado que «no hemos tenido ninguna documentación sobre posibles acuerdos», ya que tan sólo se ha producido una cita preparatoria convocada por el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, a la que acudió el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago. No ha habido más encuentros. De ahí que Carriedo este jueves ya mostrase sus dudas al asegurar que en el encuentro «nos gustaría que haya acuerdos, que sea útil y no sólo un elemento de reunión, sino de compromiso, especialmente por parte del Gobierno». Porque los asuntos que se van a tratar junto al Cantábrico son «vitales y muy importantes para los ciudadanos» y, precisamente por eso, el portavoz de la Junta ha asegurado que hay «altas expectativas». «La gente espera mucho de los responsables políticos y es su obligación alcanzar compromisos y que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, pueda comunicárselos a los ciudadanos». «Queremos que nuestras expectativas se vean cumplidas», ha insistido Carriedo. Sanidad, financiación, inmigración y vivienda son los cuatro bloques que se tratarán en la reunión para los que se quiere alcanzar «compromisos». En el primero de los casos, se pondrá sobre la mesa la necesidad activar medidas ante la falta de profesionales en la sanidad y dar una solución «al problema de Muface que ha generado tanta inquietud y puede provocar un problema en el sistema sanitario», por lo que se emplazará al Gobierno a «reconsiderar» la situación. En materia de financiación, Mañueco llevará la defensa de un modelo que se negocie de forma «multilateral y sin privilegios ni acuerdos bilaterales, que no sea una moneda de cambio y asegure una financiación en base al coste efectivo de la prestación de los servicios públicos que prestan las autonomías». También se reclamará un impulso a la financiación local. La inmigración será el tercer bloque a tratar en la Conferencia de Presidentes con la mirada puesta en las sucesivas crisis migratorias que sufre Canarias. En este punto, Castilla y León apostará por una «inmigración ordenada, con un control de fronteras en cooperación con la autoridad europea Frontex y con los países de origen, y por la lucha contra las mafias del tráfico de personas». También se pedirá que este asunto se aborde «sin privilegios para ninguna autonomía». Por último, en vivienda se planteará la necesidad de que se aporten plazos y compromisos concretos en relación con las 183.000 viviendas anunciadas por el Gobierno.