KTM atraviesa uno de sus peores momentos después de que hace unos días el fabricante austríaco solicitar un c
oncurso de acreedores con una deuda de casi 3.000 millones de euros. Aunque en un principio esto no afecta al departamento de carreras -por ahora
han congelado el desarrollo de los prototipos de MotoGP-, lo cierto es que
la situación genera una inquietud de la que Pedro Acosta y su entorno no quedan al margen.
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