Las relaciones privilegiadas de tres presidentes franceses, François Mitterrand, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, con Háfez Al Assad (1930-2000), expresidente sirio, y su hijo Bashar Al Assad, el presidente huido y refugiado en Moscú permitieron al más «cosmopolita» de la familia gobernante, en Siria, desde 1963, Rifaat Al Assad , acumular en París una fortuna inmobiliaria evaluada en varios centenares de millones de euros. En 1982, recién reelegido presidente de la unión de la izquierda socialista y comunista, François Mitterrand guardó un prudente silencio ante la histórica matanza de musulmanes insurrectos, en Hama, en Siria. Oficialmente, la Francia socialista «prefería» la tiranía «socialista» y «baazista» al islamismo subversivo. Háfez Al Assad felicitó calurosamente a Mitterrand, «muy agradecido». Comenzaba una fructuosa...
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