La escasez de medicamentos mina el sistema de salud pública de Marruecos
La escasez de determinados medicamentos se ha convertido en un verdadero problema de salud pública en Marruecos. Este asunto no sólo lo plantean los pacientes, sino también los profesionales de la salud y los parlamentarios, que desafían a las autoridades públicas; incluso se han lanzado alertas, como la emitida recientemente por pediatras agrupados en la Sociedad Marroquí de Pediatría (SMP).
En carta dirigida al Ministerio de Salud y Protección Social, -- informa Le360-- la SMP advirtió sobre la escasez de medicamentos esenciales en pediatría, imprescindibles en casos críticos y en ocasiones la única opción terapéutica.
Esta crisis afecta a una amplia variedad de medicamentos, algunos de los cuales se consideran vitales, subraya Mohamed Salami, presidente de la Asociación Marroquí de Farmacéuticos. Precisa que esta escasez de existencias se observa sin excepción en todo el territorio marroquí.
Esta escasez afecta a diversos medicamentos, como determinados antidiabéticos, insulinas, antihipertensivos, vacunas, suero antitetánico (esencial para prevenir el tétanos), contra el cáncer, colirios, en particular anti glaucomas y corticosteroides. Asimismo, los antieméticos inyectables (utilizados contra las náuseas y los vómitos), los productos de contraste (medicamentos imprescindibles para determinados exámenes por imágenes) y psicofármacos, entre otros.
Amine Tahraoui, Ministro de Sanidad y Protección Social, indicó recientemente a la Cámara de Consejeros, que la escasez de determinados medicamentos se debe a menudo a causas externas al Ministerio, como la falta de disponibilidad en los países extranjeros donde se fabrican. Esta escasez también puede afectar a los medicamentos genéricos producidos localmente, subrayó.
El presidente de la Asociación Marroquí de Farmacéuticos atribuye también la escasez de determinados medicamentos a la ausencia del derecho de sustitución en las farmacias, un derecho que, sin embargo, se ha vuelto casi universal ”. Destaca que este derecho no sólo se concede a los farmacéuticos europeos, sino también en países de la región, como Túnez y Argelia. Este derecho, explica, permite sustituir los medicamentos originarios (originales) por genéricos, evitando así “estar a merced de determinadas multinacionales que pueden abrir y cerrar “el grifo” a su antojo”. Además, añade, “los laboratorios nacionales a veces dudan a la hora de producir determinados genéricos, por no ver un interés financiero en ellos, a pesar de su importancia para la salud pública”.
Layla Laassel Sentissi, directora ejecutiva de la Federación Marroquí de la Industria Farmacéutica y de la Innovación (FMIIP), subrayó que la escasez de medicamentos afecta, en una proporción significativa (90 a 95%), a los importados. Para los fabricados localmente, esta escasez se debe principalmente a la falta de materias primas o excipientes a nivel global.Esta situación es aún más problemática para un país como Marruecos, que constituye un pequeño mercado farmacéutico y donde los precios de los medicamentos se revisan continuamente a la baja. En este contexto, los laboratorios farmacéuticos internacionales no dan prioridad a Marruecos para la asignación de existencias, señala.
¿Por qué, entonces, no fabricar localmente estos medicamentos afectados por la escasez? Según Layla Laassel Sentissi, esto se explica porque a menudo se trata de productos innovadores que aún están patentados y, por tanto, no pueden generalizarse.