Los 1:39.37 de Paul Biedermann en los 200 libre de la Copa del Mundo de piscina corta de Berlín 2009 eran una de las barreras imposibles que tenía la natación internacional en los últimos quince años. Pero, en apenas dos días, Luke Hobson, a sus veintiún años, se ha encargado de rebajarlo en dos ocasiones.