El país de América Latina que recibirá una inversión millonaria de Estados Unidos para la explotación de cobre
Chile, un país de América Latina históricamente reconocido por su gran producción de cobre, será el receptor de una inversión millonaria de Estados Unidos. La empresa estadounidense Freeport-McMoRan, a través de su filial Minera El Abra, destinará 740 millones de dólares para un megaproyecto minero en la Región de Antofagasta.
La Modificación Pila de Lixiviación Sulfolix busca ampliar las operaciones que la empresa Freeport-McMoRan ya realiza en la región. La compañía pretende mejorar la recuperación del cobre sin alterar la tasa de extracción ni la producción, lo que permitirá que la actividad minera continúe hasta 2029. Esta inversión también se enfoca en fortalecer la infraestructura minera en Chile, apuntando a la sostenibilidad a largo plazo de las operaciones.
Inversión para la explotación de cobre en Chile
La inversión de Freeport-McMoRan en Chile se centrará en un megaproyecto minero que implicará una ampliación de las operaciones de Minera El Abra. El proyecto, que recibirá 741 millones de dólares, está dirigido a mejorar la recuperación del cobre a través de la modificación de la Pila de Lixiviación Sulfolix. Según la compañía, este cambio no modificará la tasa de extracción ni la fuente de agua, lo que garantiza la estabilidad del proceso a corto y medio plazo.
El megaproyecto, que ya ha ingresado su Declaración de Impacto Ambiental (DIA), forma parte de una estrategia que busca optimizar los recursos de la zona sin comprometer el medio ambiente. Además, se planea llevar a cabo un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) en 2025, lo que permitirá conocer más a fondo los efectos de la actividad minera sobre la región.
Suministro de agua en el megaproyecto minero
Como parte del megaproyecto minero en la Región de Antofagasta, Freeport-McMoRan también invertirá en la construcción de una planta desaladora y una concentradora. Estas infraestructuras son esenciales para la optimización de las operaciones mineras, ya que permitirán asegurar el suministro de agua en una región con recursos hídricos limitados.
La planta desaladora, clave para el proyecto, se encargará de transformar agua de mar en agua apta para el proceso industrial. Esto representa una solución sostenible para el sector minero en Chile, especialmente considerando la escasez de agua en el norte del país. La construcción de la planta concentradora, por su parte, facilitará el procesamiento de cobre, mejorando la eficiencia y reduciendo el impacto ambiental de las operaciones.