Fue a las 14:00 horas del 6 de mayo de 2020, cuando había bastante movimiento en el Centro Regional de Readaptación Social de Cieneguillas, en Zacatecas. Ocurrió en la celda número 1 donde, al más puro estilo de Joaquín El Chapo Guzmán, 12 reos escaparon a través de un túnel que sus cómplices desde el exterior cavaron durante seis meses.El escape del penal de Cieneguillas no fue improvisado, se calculó todo: quienes lo idearon lograron, primero, que las excavadoras atravesaran la dura tierra sin levantar sospechas, ya que durante esos meses también se realizaban remodelaciones en el penal, construido 30 años atrás.El pasadizo medía aproximadamente 50 metros de largo, así que la salida estaba aún en los terrenos de la penitenciaría. Por eso cuando los reos salieron de debajo de la tierra, un custodio alcanzó a ver cómo dos camionetas recogían a los presos. Aunque intentó reaccionar y lanzó unos balazos, ya era demasiado tarde.Las autoridades de Zacatecas aseguraban en 2020 que ahí había reos peligrosos ligados a dos cárteles que se habían hecho del control del lugar, Los Zetas y miembros del Cártel del Noroeste. Por ello, aseguraron que se reforzaría la vigilancia, aunque tal promesa duró muy poco.Tan sólo dos años después, en octubre del 2022, en ese mismo penal ocurrió otra fuga a plena luz del día: a las 16:00 horas por un hoyo de 70 centímetros de ancho por 50 de alto, siete reos lograron escapar otra vez.Las autoridades comprobaron que dos de los convictos ya se habían fugado de otras prisiones y reconocieron que no tenían cámaras instaladas en todos los rincones del penal. También informaron que los fugados abordaron una camioneta que dejaron abandonada e incendiada a sólo medio kilómetro de Cieneguillas.Y lo que sucedió en Zacatecas no es exclusivo de ese convulso estado. Hechos así ocurren a todo lo largo y ancho del país.Se fugan de todos ladosUna investigación de MILENIO revela que, en los últimos seis años, 184 reos han logrado escaparse de cárceles del país. Aunque las autoridades mantienen estricta vigilancia en las prisiones federales de máxima seguridad, no sucede lo mismo en los penales estatales. Ahí se concentra el 100 por ciento de las fugas. Los escapes son creativos y no tiene nada que pedirle al del Chapo Guzmán, quien logró escapar de prisiones de máxima seguridad –como Almoloya de Juárez, en el Estado de México– a través de túneles debajo de cárceles que antes parecían inquebrantables. Entre 2019 y lo que va de 2024 hubo fugas masivas en estados como Sinaloa, en el cual, en un solo evento, lograron huir 49 reos que aprovecharon que las autoridades estaban distraídas en un operativo de captura de Ovidio Guzmán, hijo del ElChapo, o en Chihuahua, donde 33 convictos se dieron a la fuga cuando aprovecharon las fiestas de enero del 2023. Fuga a bordo de un camión de basura Aunque se mantienen diversas investigaciones por la evasión de reos en nuestro país, una serie de amparos que han promovido los custodios o los reos acusados de estos hechos, revelan detalles de cómo logran escapar de prisiones que se pensaba eran impenetrables. También hay al menos 20 recursos legales de convictos en las cortes mexicanas, los cuales revelan que ante los intentos de evitar que los trasladen a otros centros, las autoridades han respondido que no es posible hacerlo, debido a que en el pasado se generaron fugas y no se puede garantizar la seguridad ahí. En uno de esos recursos se narra que el 19 de marzo de 2020, al interior del Centro Estatal de Reinserción Social Morelos, en Atlacholoaya, municipio de Xochitepec, un grupo de internos secuestraron la unidad recolectora de basura y con ella lograron dañar y destruir los dos portones de seguridad ubicados en la aduana vehicular. Cuentan que esto permitió la salidadel vehículo de la basura. Una vez que los portones fueron liberados, varios reos salieron corriendo con ‘puntas’ y palos, lo que generó una trifulca entre los internos que trataban de escapar y los custodios. Terminó con tres internos muertos y 10 heridos. Muy pronto la Coordinación del Sistema Penitenciario de Morelos solicitó el traslado al Centro Penitenciario de Cuautla, Morelos, de 30 reos involucrados en la fuga. Este intento de fuga fue muy visible porque utilizaron el camión de basura; sin embargo, la ingobernabilidad del penal de Atlacholoaya había quedado evidenciada un año antes cuando se registraron tres motines con el fin de tomar control del penal por parte de miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación. De hecho, en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019 que realizó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), este centro había obtenido una calificación de 5.98. Escapes estatales MILENIO revisó y sistematizó el Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional, que exhibe que si bien desde el 2019 a la fecha no se han suscitado fugas de penales de máxima seguridad federal, las autoridades estatales, en cambio, han descuidado sus penales, pues en varios estados del país las fugas suceden con alta frecuencia. Estos hechos varían de año a año y no se distingue una tendencia clara en su incidencia; sin embargo, no dejan de ocurrir. El 2019 es cuando se registraron más fugas de reos, con 64; para el 2020 bajaron a 27 evasiones, en el 2021 hubo 18, en el 2022 cayeron a 13 mientras que para el 2023 la cifra se disparó hasta 54 evasiones. En lo que va del 2024 se han registrado sólo ocho.En el triste cuadro de deshonor están tres de estados con más fugas de reos: Sonora y Tabasco, que concentran siete escapes cada uno, y después Quintana Roo con seis. De ahí la estadística se reparte en otros 19 estados del país. Hubo fugas mortales como la del domingo 1 de enero de 2023, en el Cereso No. 3 de Ciudad Juárez, Chihuahua. Los reos armaron un motín que dejó un saldo de 17 personas muertas, incluyendo 10 custodios. Pero eso no fue todo, sino que después se escaparon 33 internos, al parecer ligados a los Los Mexicles, un grupo criminal aliado al Cártel de Caborca. A las 4:00 horas del 1 de diciembre del año 2021 sucedió otra fuga sin precedentes: en el Centro de Reinserción Social de Tula, Hidalgo, un comando hizo estallar un coche bomba. Fue así que lograron ingresar al penal y armar un tiroteo. Ese día lograron escapar nueve personas entre los que se encontraba José Artemio Maldonado Mejía, un líder del grupo armado Pueblos Unidos.Otro de las más grandes fugas ocurrió el 17 de octubre del 2019, durante el operativo para intentar capturar por primera vez a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera. El día del Culiacanazolos reos de la prisión de Aguaruto, en la capital sinaloense, armaron una trifulca cuando desarmaron a los custodios; imposibilitados éstos, los convictos terminaron por permitir el escape de 49 personas que habían sido internadas por delitos relacionados con drogas y organizaciones del narcotráfico. Riesgo inminente de más fugasOtro amparo que se tramitó en el Poder Judicial revela que las autoridades están constantemente temerosas de más fugas de reos. Uno de estos recursos legales exponen que el 4 de septiembre de 2023 vivieron una fuga que trastocó la gobernabilidad del centro penitenciario de La Piedad, Michoacán.Las autoridades penitenciarias de este centro querían el traslado de un reo que pertenece a una organización que controla el penal, que según las indagatorias auspició el 4 de septiembre de 2023 la fuga de tres personas. Se asumía que era altamente probable que materializara una nueva fuga. “Los integrantes del citado grupo de poder han repetido en varias ocasiones ‘este pinche corralito no es pieza para evitar que se fuguen y que poco a poco se van a ir saliendo”, se lee en un amparo. “Existe un peligro evidente que vulnera la seguridad y la estabilidad del centro penitenciario y, por tanto, la autoridad penitenciaria se encontró en la necesidad apremiante de determinar el traslado urgente del interno para así evitar una nueva fuga”, es la recomendación y al mismo tiempo, advertencia. Se insistía en que los bienes que se pretende proteger es mediante una resolución administrativa ordenada, con lo cual se ejecutaría el traslado de personas privadas de la libertad sin previa autorización del juez. Esta explicación presentada en un amparo de abril del 2024, más bien parece súplica. Y se entiende porque México es un país donde, en promedio, se escapan tres reos cada mes.
