El BCE carga contra el "impuestazo" a la banca: "erosiona la rentabilidad y pone en riesgo" al sector
El Banco Central Europeo ha desautorizado el "impuestazo" a la banca con un dictamen demoledor firmado por su presidenta, la alemana Christine Lagarde.
En el documento, firmado ayer en Fráncfort, la institución monetaria asegura en sus conclusiones que el proyecto de ley por el que el Gobierno establece un impuesto sobre el margen de intereses y comisiones de determinadas entidades financieras "erosiona la rentabilidad y el perfil de mercado de las entidades de crédito pertinentes", suponiendo que el gravamen temporal sobre los beneficios extraordinarios también se registre en 2024.
En el escrito de contestación al Banco de España, que solicitó al BCE una aclaración en nombre de las Cortes Generales, Lagarde recomienda "analizar los efectos contables del impuesto a fin de evitar consecuencias no deseadas para la solvencia y la posición competitiva de las entidades de crédito.
La institución considera que la base sobre la que se establecería el impuesto "no tiene en cuenta todo el ciclo económico". Además, no incluye, entre otros, los gastos operativos ni el coste del riesgo de crédito.
Por consiguiente, el importe del impuesto "puede no ser plenamente proporcional a la rentabilidad de una entidad de crédito y a su capacidad de generación de capital".
A este respecto, el BCE advierte de que, si el impuesto llegara a aplicarse con carácter general, las entidades de crédito con posiciones de solvencia más bajas o
con dificultades en las proyecciones de capital "podrían reducir su capacidad de absorber los posibles riesgos a la baja derivados de una desaceleración económica".
Estos riesgos se verían agravados "por el carácter progresivo del tipo impositivo aplicable a medida que aumenta la base liquidable". "Esto podría dar lugar a una situación en la que determinadas entidades de crédito con menor rentabilidad neta (o incluso con pérdidas tras la deducción de las pérdidas crediticias) acaben pagando un impuesto a un tipo efectivo más elevado, ya que la hipótesis implícita en el cálculo del gravamen de que las entidades de crédito con una base liquidable mayor tienen beneficios netos superiores no siempre es el caso".