Raphael es un villancico cuyo intérprete prodigioso dio el estirón, logrando la carrera única. Se habla mucho de la canción del verano, pero poco de la canción del invierno, que es siempre Raphael, con su lámina de luto, con su voz de apoteosis, con su cara de chico bueno, que es también un poco chico malo. Siempre vuelve Raphael por Navidad, aunque Raphael nunca se ha ido. Mientras escribo, aguanta en un hospital de Madrid, a ver qué dicen del susto los médicos. Si abreviamos, la Navidad es el anuncio de después de las uvas, el cuñado más bien coñazo y chistoso de la cena familiar, que puede ser varias cenas, y luego Raphael, que pone prestigio de voz de...
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