El festejo íntimo del Gobierno, un nuevo cambio en la Ciudad y el dilema del PRO
No importó que sea fin de año para que se diera una transferencia resonante en el mercado de pases político. Diego Kravetz, quien oficiaba como secretario de Seguridad porteño, pasó a ser el segundo hombre más importante de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE); un movimiento que el Gobierno lo gestó por lo bajo y que materializó otro desafío de los libertarios al PRO.
"Diego Kravetz será el Subsecretario de Inteligencia del Estado, el número 2 de Sergio Neiffert. Estará a cargo de coordinar las operaciones de las cuatro agencias de inteligencia, reporta directo al Secretario de Inteligencia del Estado", comunicó ayer el vocero presidencial Manuel Adorni.
No resultó casual que, horas antes, un tuit haya preanunciado que Kravetz ya tenía las valijas hechas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Fue su esposa y exministra de Educación de Horacio Rodríguez Larreta, Soledad Acuña, quien salió a cuestionar en duros términos a su sucesora en la gestión porteña. El gesto, evidente, se daba ante los rumores que lo situaban a Kravetz afuera del GCBA.
Visto como uno de los pilares centrales de la gestión, Jorge Macri decidió armar un Ministerio de Seguridad con figuras reconocibles, desembocando en el doble comando de Wolff y Kravetz. Ambos aparecían juntos en cada anuncio, aunque según comentan desde la Ciudad, el vínculo entre ambos era cada vez más tenso.
Dentro de la cartera, afirman que vivieron el anuncio con sorpresa: "Fue repentino. Acá nadie sabe bien por qué se fue, se rumorea que fue algo puntual". Días atrás, varios periodistas habían anoticiado que se podía venir un cambio importante de nombres, entre ellos el de Kravetz.
Horas después de oficializarse, Wolff confirmó en diálogo con La Mañana de CNN, por CNN Radio, que hubo "diferencias lógicas, pasan todo el tiempo, fueron temas de gestión, cuestiones operativas". "Me parece que es sano, la manera en la que se dio, de manera ordenada, consensuada ya estamos con el flamante secretario de Seguridad, Ezequiel Daglio, un hombre joven, con trayectoria, que conoce muy bien la Ciudad", añadió.
En paralelo con ese cambio, desde el GCBA decidieron reestructurar la gestión y que Néstor Grindetti, exjefe de Kravetz, deje la Jefatura de Gabinete y pase a un cargo más político y de menor gestión. En su lugar entra el entonces vicejefe Gabriel Sánchez Zinny, hombre de estrechísima confianza de Jorge Macri.
La trastienda del nombramiento de Kravetz
El asesor presidencial Santiago Caputo sondeó a varios candidatos para secundar a Sergio Neiffert en la SIDE. Con Kravetz ya se conocían desde hace varios años, y semanas atrás le hizo una oferta en territorio neutral. "Es un perfil que le viene bien al Gobierno", afirman desde Presidencia.
Este miércoles se lo vio circular por los pasillos en Casa Rosada a su superior, Neiffert. Se especulaba con que pudiera haber una reunión entre la cúpula, aunque no estaba confirmada. No hay más anuncios vinculados al sector de Inteligencia, suponiendo que se hayan completado ya los lugares clave del organismo.
El exfuncionario porteño y exintendente interino de Lanús asumirá como el número 2 de los servicios de inteligencia. A ese cargo se le asigna el nombre informal de "Señor 8".
Kravetz deberá coordinar todas las áreas clave vinculadas a la inteligencia: la Agencia de Seguridad Nacional (ASN), el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC) y la División de Asuntos Internos (DAI).
Poco importa en el Triángulo de Hierro que Kravetz haya tenido pasado en administraciones de distinto signo político. Una cuenta anónima de X que se asocia a un importante miembro del Gobierno tuiteó ayer: "No importa de dónde vengan. Importa hacia dónde quieren ir". Palabras que se le atribuyen también al mismo Milei en varias de sus alocuciones.
En particular, desde la Casa Rosada perciben que el cambio de Kravetz de la Ciudad a la Nación es un logro y un signo de la época actual: en simples términos, que La Libertad Avanza cuenta con el caballo ganador de cara a la rosca política del 2025 y que varios actores desean pasarse a Las Fuerzas del Cielo.
"Los que están pensando en política antes que en otra cosa seguro que quieren jugar con nosotros. Es natural", afirmó en diálogo con El Cronista una altísima fuente de la Presidencia.
Los ruidos que se generan en el PRO
El mercado de pases se asume como un dilema para el PRO. La conducción de Mauricio Macri enfrió sus vínculos con Balcarce 50. Incluso, tal vez sea uno de los peores momentos de esa relación desde que Milei asumió la Presidencia.
Según explican dirigentes del partido amarillo, hay dos grandes polos dentro de ese espacio: quienes consideran que el PRO debe plantarse y mostrarse como una opción liberal de corte republicana, con una agenda diferenciada sobre la cuestión judicial y de las instituciones; y otra que afirma que la alianza electoral entre ambos espacios es inevitable, todo a pesar de perder espacios en las listas.
Entre los primeros está la misma conducción de Macri. Si se mira entre los mandatarios provinciales, el exponente de esa vertiente es Jorge Macri. Del otro lado aparecen el diputado Diego Santilli, los dirigentes que responden a Patricia Bullrich y que aún no abandonaron formalmente el PRO y los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut).
"Varios de ellos no lo hacen aún porque los traba la indefinición de Mauricio, pero se trata de algo que en los hechos ya está explícito", indica un asesor del PRO.
Ayer, horas antes de que se anuncie el cambio de Kravetz, Milei daba un discurso en el Colegio Militar de la Nación. Quien estaba sentado a dos metros era el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela. Uno de los que ya mutó del amarillo al violeta. En el Gobierno quieren que esas fotos se repitan más.