Una revuelta sindical en Correos obliga a Saura a reconducir el acuerdo laboral para no perder el salvavidas de Hacienda
El presidente de Correos, Pedro Saura , ha tenido que intervenir en primera persona para impedir que lo que asomaba como el primer paso para garantizar la viabilidad futura del operador postal del Estado -el acuerdo laboral que exige Hacienda antes de final de año para respaldar con los recursos necesarios el plan de rescate de la empresa- se convierta en una nueva piedra en la ya pesada mochila que arrastra la empresa. La difusión la pasada semana de un puñado de propuestas de reorganización laboral bastante radicales y, sobre todo, la sensación que tienen la mayoría de los sindicatos de que estas se habían perfilado en una negociación paralela a sus espaldas han desembocado en una revuelta sindical interna de todas las plataformas con la única excepción de CC.OO., -es decir, de los sindicatos que representan a más del 60% de la plantilla de la compañía-, que ha paralizado la negociación de un acuerdo que debería cerrarse antes de final de año para cumplir con el compromiso adquirido con el Ministerio de Hacienda. UGT, CSIF y el Sindicato Libre decidieron no acudir a la reunión convocada el pasado martes convirtiendo la cita en un encuentro bilateral entre la empresa y el sindicato Comisiones Obreras, mayoritario en Correos con el 38% de la representación. Su argumento es que habían perdido la confianza en el interlocutor de la empresa , el director de Recursos Humanos, Fernando Ramírez, al que acusan de haber mantenido una negociación paralela a espaldas de la mayoría sindical para perfilar este crítico acuerdo laboral. Ante la situación creada, que amenaza con condicionar el rescate de Correos , el presidente de la compañía, Pedro Saura, ha decidido esta mañana atender a la reivindicación de los sindicatos y ha trasladado a UGT el documento de ocho páginas en el que figuran las propuestas de la empresa para mejorar la agilidad y la flexibilidad de la organización del trabajo en la empresa postal, según confirman fuentes del sindicato. El documento habría sido circulado a las otras dos centrales sindicales díscolas, CSIF y el Sindicato Libre, que albergan las mismas sospechas que la UGT respecto a la existencia de una negociación paralela a la mesa de negociación únicamente con CC.OO. por los conocimientos sobre los planteamientos de la empresa que se desprenden de las notas que ha ido emitiendo este sindicato en las últimas semanas. En declaraciones a ABC fuentes de UGT han asegurado este jueves que valoran el movimiento de Saura como un paso adelante en el objetivo de «intentar restaurar la confianza que se había roto» y han manifestado su voluntad de acercamiento a una solución negociada «desde la transparencia y el sentido común». Un comunicado enviado este mismo jueves por el sindicato apela a recuperar la unidad sindical en este momento crítico para el futuro de Correos. «Tenemos claro que después de la experiencia de cinco años de intento de desguace de Correos si hay algo útil para contribuir a rescatar la empresa es la unidad sindical y la capacidad que ella puede aportar para que las medidas imprescindibles sean las necesarias y lo más favorables posibles a los intereses de los trabajadores». El comunicado respondía a uno anterior de CC.OO. en la que se calificaba de «pataleta sindical» el abandono de la mesa de negociación de las tres plataformas que aglutinan más del 60% de la representación sindical de la empresa y subrayaba que la negociación abierta seguía su curso porque «no se ha detenido en ningún momento». Fuentes del sindicato CSIF confirman que en efecto ya han tenido acceso a las propuestas de la empresa, pero que aún así no acudirán a la reunión convocada para este viernes , a la espera de evaluar cuidadosamente los planteamientos de reorganización laboral de Correos y plantear las alegaciones que consideren convenientes.
