El episodio que acabó hoy en el Congreso con una nueva muestra de la enorme debilidad parlamentaria del Gobierno, se empezó a tejer con su absurda postura de prometer a un partido, Podemos, la prolongación, al menos durante un año y luego buscar un acuerdo para convertirlo en permanente, del gravamen temporal que soportan las empresas energéticas. El castigo se justificaba porque, al parecer, ganan mucho dinero. Por supuesto que nadie fuera del sector se tomó la molestia de explicar cuánto es mucho y cuánto es razonable en esto de los resultados empresariales. Ni nadie comparó los resultados con los activos involucrados para obtenerlos; ni recordó que una cosa son los ingresos facturados y otra bien distinta los beneficios resultantes... Ver Más