Los organizadores de la movilización del pasado domingo en Santiago de Compostela en rechazo del proyecto de Altri en Palas de Rei sabían de antemano que lograrían un notable éxito de participación, y que conseguirían fraguar el relato de que una amplia mayoría de ciudadanos respaldan sus pretensiones. No había que ser demasiado listo. Cuando ayuntamientos, partidos políticos, sindicatos y organizaciones afines pagan de su bolsillo autobuses para llevar gente al Obradoiro lo usual es que su tropa responda al toque de corneta. Recordemos que BNG y PSOE obtuvieron 680.000 votos en febrero, así que no era tan improbable que 40.000 personas -por comprar el recuento de la policía local compostelana- quisieran formar parte de estas maniobras orquestadas de protesta....
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