Qué es el "cierre parcial" de Estados Unidos, por qué se produce y qué consecuencias tiene
Una vez más, el Gobierno de Estados Unidos está a punto de echar oficialmente el cierre por culpa de la incapacidad de sus congresistas para pactar la aprobación de un presupuesto. Posiblemente, como es habitual en estos casos, se llegará a un acuerdo “in extremis”, no sin antes someter al país a una tensión que va mucho más allá de un rifirrafe político.
Pero, ¿qué es el cierre parcial del gobierno o “goverment shutdown? ¿Y qué consecuencias tiene? Se produce cuando el Congreso no es capaz de aprobar el presupuesto federal necesario para financiar los proyectos gubernamentales. Esta situación puede provocar la suspensión temporal de servicios públicos no esenciales y afectar a cientos de miles de empleados federales.
Con ello, en lugar de trabajar con normalidad, muchos de estos trabajadores son enviados a casa sin sueldo o deben trabajar sin recibir ningún salario hasta que se resuelva la disputa presupuestaria, lo que puede tener graves consecuencias en la vida cotidiana.
Cuando no se aprueba un presupuesto, las agencias federales frenan todo el trabajo considerado no esencial. Empleos tan sensibles como los controladores de tráfico aéreo y los agentes del orden quedan exentos de esta medida.
Desde 1980, el país ha enfrentado varios cierres gubernamentales, el más prolongado de los cuales se produjo en 2018-2019, durante la primera administración de Donald Trump. Duró 35 eternos días.
En esta ocasión, la paralización podría afectar a decenas de proyectos importantes, como la modernización de infraestructuras, programas sociales y medidas de seguridad nacional. Además, los empleados federales, desde agentes de seguridad hasta trabajadores de servicios postales, sufrirían retrasos en sus salarios.
El cierre parcial se puede dejar notar también en el cierre de museos, parques nacionales o centros públicos, cuyos empleados son enviados a casa hasta que se resuelva la situación.
En el plano económico, esta incertidumbre afecta también a la Bolsa, las inversiones o incluso la recopilación de datos económicos, pero tiene una incidencia sobre todo en la población más vulnerable, que ve cómo se suspenden todas las ayudas, ya sean asistenciales o médicas.
Desde el año 1976, cuando se aprobaron nuevas leyes presupuestarias, la Administración estadounidense se ha quedado sin fondos en unas 20 ocasiones, aunque la mayoría de veces ha sido solo durante un día. En este 2024, una vez más, se ha puesto en marcha la cuenta atrás.