Este sábado 21 de diciembre de 2024 terminan las salidas extraordinarias de un año que quedará para la historia de las cofradías sevillanas. Con los regresos de la Virgen del Socorro del Amor y del Cristo de San Agustín de San Roque tras haber participado en la exposición 'Fons Pietatis' de la Catedral, finalizarán unos meses en los que se han sucedido las procesiones y aniversarios en la capital. Además, esta jornada comenzará muy temprano porque la dolorosa de la cofradía del Domingo de Ramos saldrá por la Puerta de los Palos a las 9:15 horas y regresará al Salvador con la banda de música de las Cigarreras . El recorrido será por plaza Virgen de los Reyes, Cardenal Amigo Vallejo, Alemanes, Argote de Molina, Francos, Chapineros, Álvarez Quintero y plaza del Salvador. Se estima que la Virgen del Socorro llegue a su templo a las 10:30 horas aproximadamente. Asimismo, se espera que varios tramos de hermanos acompañen a la imagen después de que a la ida hubiera numerosas personas con cirios precediendo al palio mientras que el sol volverá a atravesar los bordados del techo, algo que ya ocurrió en la amanecida del 2 de noviembre. Por la tarde, se vivirá una procesión que no acontecía desde hacía más de un siglo porque el Cristo de San Agustín recorrerá de nuevo las calles de Sevilla sobre un paso desde la Catedral hasta San Roque. Primero, habrá una misa estacional a partir de las 19:00 horas y en torno a las 20:30 horas, el crucificado saldrá del primer templo metropolitano sobre las andas del Cristo de las Misericordias de Santa Cruz y acompañado de la banda de la Cruz Roja. El itinerario de regreso a su sede canónica será por la plaza Virgen de los Reyes, Mateos Gago, Fabiola, Madre de Dios, San José, Muñoz y Pabón, Cabeza del Rey Don Pedro, Águilas, San Esteban, Puerta Carmona, plaza de San Agustín, San Alonso de Orozco, Úbeda, Juan de Vera y plaza de Carmen Benítez. La imagen pasará por enclaves como la parroquia de Santa Cruz, la de San Nicolás, el entorno de la plaza Pilatos, la iglesia de San Esteban y junto a los restos del antiguo convento de San Agustín, lugar donde recibió culto durante siglos este crucifijo antes de pasar a la parroquia de San Roque.
