«Con todo lo que yo lloré ayer», confiesa Mariluz, una vecina del barrio de La Isleta en Las Palmas de Gran Canaria que se acaba de enterar de que ha ganado parte del quinto premio con el número que compró para su familia: 45456. Hoy llora de alegría, y mientras se limpia las lágrimas de la cara confiesa que para ella estas fechas son muy emotivos «por los que ya no están» y a los que se echa de menos especialmente en estas fiestas. «Hoy la vida nos recompensa con un poco de alegría», asegura. Está especialmente feliz porque «es un premio que vamos a repartir en familia», porque compró seis décimas para sus tres hijos, sus dos hermanas y para ella. «Yo estoy muy contenta, aunque no le pido a Dios dinero, sino mucha salud», ha dicho. Con este premio, «podré ayudar un poco a mi sobrina que está estudiando en Barcelona», afirma, visiblemente emocionada y agradecida. Lleva toda una vida comprando el 56, que fue el número afortunado de una amiga hace años y que «si lo veo lo compro». Este año su instinto ha tenido una recompensa de 36.000 euros, y la felicidad de compartirlo. «Me enteré porque me llamó mi hermana esta mañana, como loca», bromea. Graciniano Godoy está contento, aunque «me quedé colgado», se ríe. Él compró un boleto para su sobrina como agradecimiento por su visita, y «se ha llevado 6.000 euros», ha aplaudido. Aunque él tiene el boleto en su poder, «es suyo y se lo guardaré muy bien hasta que vuelva» de Tenerife, donde vive. Sida y Ari compraron también en la administración más afortunada de Gran Canaria. «Nos estábamos pensando hacer un crucero y visitar África» y ahora «ya tenemos el dinero», celebra, por lo que el viaje se hace más liviano y ya está confirmado. Eligieron esta administración porque viven por la zona aunque son extranjeros, pero han tenido buena suerte, «si regateamos un poco, con 12.000 euros nos da para el viaje completo», ríen.