Un polvorín en el Valencia: jugadores escoltados y cabreo en la afición
La situación en el Valencia CF lleva tiempo siendo turbulenta, pero este fin de semana han pasado a una fase más seria. Tras el empate frente al Alavés, el primer equipo abandonó Mestalla en un autobús escoltado por la policía, en lugar de hacerlo en sus vehículos particulares. Frente a ellos, decenas de aficionados protestaron contra los jugadores y contra Rubén Baraja, cuya situación es cada vez más complicada.
Entre otros, se volvió a oír el 'Jugadores, mercenarios', o cánticos que pedían la marcha del técnico. Y pudo ser aún peor, porque el Valencia logró arrancar un punto en el minuto 98 gracias a Dani Gómez, después de ir todo el partido a remolque. Gracias a eso, el conjunto ché despide el 2024 fuera del farolillo rojo, pero también está a cuatro puntos de la salvación.
Con un partido menos, cierto, pero el rival de ese encuentro es el Real Madrid, por lo que no son tres puntos con los que a priori puedan contar. Y menos en la situación actual. El bagaje de 12 puntos en 18 partidos es realmente pobre. Y lo peor es que la sensación del equipo es sintomática de cualquier cosa menos de una enmienda.
Durante el encuentro, por otra parte, se sucedieron cánticos también contra Peter Lim y la directiva del club. El presidente valencianista también está en el punto de mira de los aficionados -recordemos la acción de un seguidor en Singapur, que colgó un cartel pidiendo su marcha y fue arrestado por ello- y, de hecho, una de las razones por las que se apunta que no ha destituido aún a Baraja es por ahorrarse el finiquito. Pero el entrenador, que el año pasado completó una temporada más que digna, no está siendo capaz de darle la vuelta a una situación que ya hace tiempo es grave.
Veremos qué pasa durante las fiestas navideñas, si el parón le viene bien al equipo o si, incluso, desde la directiva se toman decisiones para revertir esta situación. Pero esta película ya se ha visto muchas veces en otros clubes y, desgraciadamente, el Valencia nunca ha estado tan cerca como ahora de repetir el descenso de 1986, el único de su historia.