A principios de este mes la Unión Europea (UE) firmó un acuerdo comercial con Mercosur, alianza económica formada por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. El pacto, básicamente, consiste en reducir aranceles entre ambas zonas del mundo para fomentar las transacciones entre sus empresas. Este documento no ha gustado a una buena parte del campo cordobés, que considera que las autoridades comunitarias están abriendo su mercado a productores primarios del Sur de América, que cuentan con menores controles sanitarios y costes laborales que los agricultores y ganaderos de aquí, lo que, en su opinión, supone una clara competencia desleal. Asaja y COAG protagonizaron hace una semana una protesta en Madrid contra este acuerdo. El presidente provincial de la primera de las dos organizaciones profesionales, Fernando Adell , consideró que este pacto es negativo para el conjunto de la actividad primaria en Córdoba, ya que la mayoría de los cultivos se verán afectados por él. En el apartado ganadero, este dirigente agrario recordó que «estos países son grandes productores de vacuno, porcino y de pollo», mientras que lo que se refiere a la agricultura, subrayó que tienen un gran número de explotaciones de trigo, maíz y de naranjos». Al mismo tiempo, alertó que «estos mercados están empezando a tener importantes plantaciones de olivar , sobre todo de tipo superintensivo y con muchos menores costes que los nuestros, por lo que este acuerdo con Mercosur terminará afectando también al aceite de oliva». El representante de Asaja aseguró que esta alianza «viene a suponer un perjuicio para el campo a costa de que el Norte de Europa venda más coches, algo que no consideramos justo porque siempre somos nosotros los que pagamos el pato». El propio Ministerio de Economía , Comercio y Empresa, que ha expresado su apoyo al documento, reconoce en una nota oficial que los sectores económico europeos y españoles que se verán más beneficiados por este acuerdo serán la industria del automóvil, los bienes de equipo, los productos químicos y farmacéuticos, el textil y el calzado. «En Europa se nos exigen a los agricultores y a los ganaderos una serie de limitaciones y obligaciones para salvaguardar el medio ambiente y la seguridad alimentaria que a muchos importadores no se les está exigiendo», destacó Adell, quien, en respuesta a esta situación, demanda la implantación de las llamadas cláusulas espejo que establezca la obligatoriedad de que «todos juguemos con las mismas cartas y no se mantenga la competencia desleal que sufrimos actualmente». Por su parte, el secretario general de UPA en Córdoba, Miguel Cobos, prefiere ver el vaso medio lleno al analizar este pacto. «Todos los acuerdos de este tipo tienen luces y sombras», según apuntó el dirigente agrario, quien citó entre los aspectos positivos el hecho que el campo cordobés va a contar con más facilidades para vender sus productos en un mercado formado por unos 300 millones de personas. En este sentido, aludió directamente al sector olivarero , al del vino y al ibérico de Los Pedroches, cuya expansión se verá favorecida con este acuerdo, desde su punto de vista. Para Cobos los perjuicios del documento se centrarán en el vacuno de carne. «Estos países sudamericanos tienen grandes extensiones con un elevado número de animales que cuentan con unos requisitos fitosanitarios y zootécnicos diferentes a los nuestros, lo que originará una competencia desleal con la ganadería cordobesa», a su juicio. También hizo referencia a la apicultura, que se verá afectada por el hecho de que las producciones de estos mercados tienen un precio más reducido que el de aquí. El representante provincial de UPA no se olvidó de los cítricos, principalmente, en lo que se refiere a la industria del zumo y a la variedad salustiana , que es con la que se elabora. Este sector también se verá perjudicado por las importaciones que lleguen de Mercosur en cuanto a que puede provocar una reducción del precio y, con ello, de la rentabilidad de los agricultores», según aseguró. Para el presidente de la Comisión Agroalimentaria de CECO, Francisco Torrent, el acuerdo de la UE con una parte importante de Sudamérica «es negativo porque no es equilibrado para los dos partes». En este sentido, señaló que los aranceles para el sector olivarero cordobés para exportar sus producciones a estas zonas se quedarán en el 18 por ciento, mientras que las empresas de allí han conseguido que esas tasas estén por debajo de esa cifra. A su juicio, de esta forma «se fomentan las importaciones de aceite y de aceitunas de mesa desde allí en detrimento de nuestras industrias, que sufrirán pérdida de negocio y de mercados en los que llevamos presentes desde hace años». El también consejero delegado de Aceitunas Torrent mencionó especialmente a Brasil, por su fortaleza económica y su expansión internacional. Los países que forman Mercosur no son grandes socios comerciales de la agroindustria cordobesa. Las exportaciones a esta zona del mundo por parte del sector primario ascendieron en 2023 a 8,62 millones de euros., según los datos oficiales publicados por el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. El producto que se más se vendió allí fue el aceite de oliva, con unas operaciones por valor de 4,15 millones de euros, quedando muy por detrás las frutas y hortalizas , con 1,4 millones. Es relevante el hecho de que durante este periodo se redujo a la mitad con respecto al ejercicio anterior. Por el contrario, el valor de las importaciones situó el año pasado en los 9,21 millones de euros. Curiosamente, el zumo de aceituna también ocupa el primer lugar con 7,53 millones. Esto deja un saldo comercial negativo para Córdoba de casi 600.000 euros.