Salamanca celebró este lunes el centenario de la puesta en marcha del servicio del autobús urbano con un récord histórico de viajeros. El pasado sábado, 21 de diciembre, se cumplió un siglo del primer viaje que realizó este servicio en la ciudad de Salamanca . Con motivo de esta efeméride, un vehículo histórico de los años 70, cedido por autocares Cosme, recorrió la misma ruta que realizó el primer bus de la ciudad. En concreto, este vehículo histórico realizó el trayecto de la línea 1 desde el barrio de Tejares, donde lo cogió este lunes el alcalde, Carlos García Carbayo, junto al antiguo frontón hasta el paseo de la Estación, la primera ruta en ponerse en marcha en la ciudad hace ahora 100 años. Tanto este recorrido como alguno de los realizados en esta línea durante la mañana de este lunes fueron teatralizados. Para ello, el actor Roberto García Encinas, caracterizado en el papel de revisor, dio a conocer los principales hitos por los que ha pasado este servicio urbano de transporte a lo largo de su historia. Según destacó García Carbayo, en declaraciones recogidas por Ical a pie de parada, esta celebración coincide cuando se alcanza un «nuevo récord histórico de viajeros». Durante 2024 y hasta ayer, 22 de diciembre, se registraron un total de 14.514.836 viajeros, superando el anterior récord absoluto, que se alcanzó en el año 2009 con 13.741.698 pasajeros. Además, durante este 2024, en concreto el día 12 de septiembre, también se alcanzó el récord absoluto de viajeros diarios, al contabilizarse 60.339 viajeros en un mismo día. El autobús urbano, cuya flota es «totalmente ecológica», con 25 autobuses eléctricos y 45 propulsados por gas, ha aumentado el número de usuarios en un 11,7 por ciento respecto al año anterior, cuando hubo 12.996.520 viajeros. De los auto-tranvías de los años 20 a los buses eléctricos del 2024, el transporte público ha sido parte de la vida de esta ciudad, «evolucionando a la vez que Salamanca», matizó el alcalde. El día 21 de diciembre de 1924 dos autobuses fabricados en la metalúrgica de Moneo, junto al Campo de San Francisco, comenzaron a transportar a los primeros viajeros del servicio. Aquellos pioneros hacían la ruta entre la Estación de Tren y Tejares, pasando por la Plaza Mayor, la Puerta de San Pablo y los barrios del Arrabal, Chamberí y Poniente. El precio, entre diez y 15 céntimos, que lo recogía un «cobrador» mientras el conductor realizaba su cometido. García Carbayo recordó que habría que esperar hasta 1945, justo después de la Guerra Civil, para ver el nacimiento oficial del transporte urbano moderno: «un servicio de autobuses con rutas bien definidas que hicieron historia al conectar los barrios con el centro histórico». En los años 60 y 70, Salamanca seguía creciendo y necesitaba más líneas. La Plaza Mayor se convirtió en epicentro del tránsito, con autobuses entrando y saliendo por sus arcos, recorriendo calles como la Rúa, Prior y Toro. Pero aquello tuvo su fin el 23 de diciembre de 1971, cuando la Plaza Mayor pasó a ser peatonal y dijo adiós a los autobuses. Los años 80 llegaron con autobuses más modernos, más cómodos y con rampas para personas con movilidad reducida. Salamanca empezaba a mirar hacia el futuro y a ponerse a la vanguardia de la inclusión. En 1999, Salamanca volvió a marcar un hito en la historia del transporte público. Con la preocupación creciente por la protección del medio ambiente y el apoyo de un proyecto europeo, la ciudad incorporó sus primeros autobuses de Gas Natural Comprimido (GNC). Fueron cinco modelos Iveco Cursor Cityclass de piso bajo, numerados del 50 al 54, que no solo eran ecológicos sino también más cómodos y accesibles. Ya en el siglo XXI, los autobuses comenzaron otra etapa. En 2015, entraron en escena los primeros autobuses híbridos, a los que recientemente se han incorporado los eléctricos. Hoy, según concluyó el alcalde, »Salamanca presume de autobuses respetuosos con el medio ambiente y modernos, además de un servicio digitalizado y tecnológico, redundando todo ello en la calidad del servicio que se presta a los usuarios».