En millones de iglesias de todo el mundo se leerá esta noche en la Misa del Gallo el relato del nacimiento de un Niño en Belén, narrado por Mateo y Lucas hacia el año 80 o 90 del siglo I. Aún con sus diferencias, ambos evangelistas cuentan el viaje que emprendieron José y su esposa María, que estaba en cinta, desde Nazaret, la aldea de Galilea donde vivían, a la pequeña localidad de Judea, cuna del rey David, para inscribirse en el censo romano ordenado por César Augusto, por ser José «de la casa y familia» del monarca bíblico. Y sucedió que, mientras estaban allí, María «dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó...
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