Presión de costos, el desafío para industrias de bienes de consumo y manufactura en 2025
Los mercados de Norteamérica y América Latina (LATAM) terminan el 2024 con importantes presiones de costos que ponen en riesgo la rentabilidad, e incluso viabilidad, de compañías de las industrias de la manufactura y de bienes de consumo y retail (CGR, por sus siglas en inglés).
A medida que las empresas enfrentan el aumento de costos de insumos y mano de obra, la necesidad de estrategias efectivas para recuperar el control de los gastos es crítica. En México, el 25 por ciento de las empresas de los sectores industriales mencionados no cuentan con programas de control de costos, situación que podría afectar significativamente su competitividad y sostenibilidad a futuro.
En los mercados maduros, las industrias de manufactura y CRG están acostumbradas a centrarse en iniciativas de presión de costos y mejora del rendimiento. Ha llegado el momento de que México adopte ese enfoque de eficiencia operativa para no perder competitividad y aliviar las crecientes presiones de costos en Norteamérica y LATAM.
En los últimos años, las empresas de estas industrias en México han dependido en gran medida de incrementos de precios para compensar los bajos niveles de productividad. Para el 2025 ya no será sostenible esta estrategia orientada a trasladar la escalada de costos al consumidor final. Deberán actuar rápidamente implementando programas integrales de mejora del rendimiento para incrementar ingresos apalancados en la gestión de costos ante un escenario económico incierto.
La instrumentación de programas de mejora del rendimiento (conocido como Performance Improvement) podría generarle a las empresas un ahorro promedio de entre 5 por ciento y 10 por ciento en su EBITDA (utilidades antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización).
A medida que las empresas se esfuerzan por adaptarse a las nuevas realidades del mercado, la urgencia de implementar iniciativas efectivas de mejora del rendimiento no puede subestimarse. Las organizaciones deben centrarse tanto en aumentar los ingresos como en gestionar los costos para navegar con éxito las complejidades del panorama actual.
De no elevar a prioridad el diseño de esquemas de mejora de desempeño para afrontar el escenario de incremento de costos, las empresas podrían enfrentar una caída en la rentabilidad, con algunas llegando incluso a márgenes negativos de EBITDA. En promedio, las compañías manufactureras han operado con un margen EBITDA de un dígito bajo, mientras que las de CGR han alcanzado un dígito alto.
En conclusión, a medida que las presiones de costos aumentan en los mercados de Norteamérica y LATAM, la necesidad de una intervención estratégica es evidente para las empresas mexicanas.
¿Cómo las empresas mexicanas pueden recuperar el control en 2025?
Para adaptarse a un entorno cambiante y abordar las presiones impredecibles de ingresos y costos, los industriales en México deben comenzar a definir estrategias de mejora del rendimiento para un crecimiento sostenible, establecer una gestión robusta de costos en todas las funciones, incrementar la eficiencia operativa de manera holística en sus operaciones, y recurrir a expertos externos y consultorías para acelerar los esfuerzos.
Para establecer un enfoque sólido de mejora del rendimiento, hay que iniciar con tres pasos clave:
1. Control total de operaciones: Gestionar eficientemente la fabricación, adquisiciones y cadenas de suministro.
2. Reducción de gastos generales: Optimizar funciones no productivas como ventas, administración y gastos generales.
3. Desarrollo de productos adecuados: Diseñar productos optimizados para los mercados correctos, mejorando las funciones de ingeniería y desarrollo.
Y para tener en mente al inicio del 2025
Es de vital importancia que las empresas de los sectores consumo y manufactura que no hayan ya iniciado este proceso estratégico prioricen el diseño de estrategias de mejora del rendimiento y eficiencia operativa de manera integral para generar transparencia, definir campos de acción claros y prepararse mejor frente a las incertidumbres futuras. De lo contrario, podrían enfrentar problemas graves a corto plazo, incluyendo la posibilidad de quiebra.
Con un entorno desafiante y lleno de oportunidades, México está posicionado para ser un líder regional en manufactura por su ubicación geográfica y la calidad de su mano de obra aún a costo competitivo. La única forma de aprovechar las oportunidades del mercado local, y con ello delinear acciones orientadas a lograr un crecimiento sostenible en el mediano y largo plazo dentro de un escenario incierto, es adoptando estrategias efectivas de mejora del rendimiento.
La mayoría de los mercados latinoamericanos no son comparables con el mexicano. El nuestro tiene una ventaja competitiva global gracias a los acuerdos de libre comercio, y en especial a su relación simbiótica con América del Norte; por ello, la relocalización de plantas productivas y de suministro (nearshoring) sigue siendo una oportunidad estratégica para los corporativos industriales.