¿Multa o cebolla? La curiosa tradición navideña del 'Grinch' en los Cayos de Florida en EE. UU.

El coronel Lou Caputo, de la oficina del alguacil del condado de Monroe, ha revivido una tradición navideña que se remonta a más de 20 años. Este jueves 19 de diciembre, el Grinch volvió a hacer su aparición en la autopista que recorre los Cayos de Florida, recordando a los automovilistas la importancia de respetar los límites de velocidad, especialmente en áreas cercanas a escuelas.

Inspirado por la película 'Cómo el Grinch robó la Navidad', Caputo se disfraza del famoso personaje creado por Dr. Seuss para interactuar con los conductores infractores. La propuesta de "multa o cebolla" ha sorprendido a muchos, convirtiéndose en un símbolo de esta campaña de seguridad vial.

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Una tradición navideña con un mensaje serio

La idea de ofrecer una cebolla en lugar de una multa surgió hace más de dos décadas, y desde entonces se ha mantenido como una forma divertida de recordar a los conductores la importancia de la seguridad en las carreteras. Caputo y su equipo utilizan un radar para monitorear la velocidad de los vehículos, especialmente en las cercanías de la escuela primaria de Cayo Largo.

Cuando un automóvil es detenido, los agentes verifican la matrícula y la licencia de conducir del conductor. Si todo está en orden, el Grinch aparece para preguntar: "¿Multa o cebolla?". Este enfoque humorístico ha llevado a que todos los conductores detenidos opten por la cebolla, lo que ha generado risas y un ambiente más ligero en una situación que podría ser estresante.

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Un enfoque innovador para la seguridad vial

Caputo ha señalado que esta campaña no solo busca hacer reír, sino también concienciar sobre la seguridad vial. "Queremos que sean conscientes de que queremos que conduzcan con seguridad por la zona escolar durante las temporadas de vacaciones y en todo momento", afirmó el coronel. La elección de la cebolla, un regalo versátil, añade un toque de humor a la situación, recordando a los conductores que deben ser responsables al volante.

A pesar de la naturaleza cómica de la iniciativa, el mensaje subyacente es claro: la seguridad en las carreteras es una prioridad, especialmente en áreas donde hay niños. La campaña del Grinch ha logrado captar la atención de la comunidad y ha fomentado un diálogo sobre la importancia de respetar las normas de tránsito.