¿Deben los Medias Rojas buscar un cambio por Vladimir Guerrero Jr. en 2025 tras perder a Juan Soto?

Los Azulejos de Toronto podrían haber perdido la oportunidad de retener a su estrella, pero eso podría ser ganancia para los patirrojos que verían en el inicialista una solución a sus necesidades ofensivas.

Los Medias Rojas de Boston hicieron un gran esfuerzo persiguiendo la firma de Juan Soto en la agencia libre de MLB, pero no pudieron ver cumplido su objetivo.

Aunque han hecho algunas adquisiciones importantes en el mercado de receso de campaña de Grandes Ligas, sobre todo para fortalecer el cuerpo de lanzadores, siguen necesitando un bateador derecho con poder que ayude en la producción ofensiva.

Ese puede ser Vladimir Guerrero Jr. El inicialista dominicano de 25 años de edad dio un plazo a su equipo, los Azulejos de Toronto, para discutir una extensión de contrato. Y si no llegan a un acuerdo, lo más probable es que lo cambien en algún momento de la temporada.

Entre los primeros en buscar un acuerdo para adquirirlo estarán los patirrojos, que lo ven como la solución a buena parte de sus necesidades y que cumpliría a cabalidad el rol que esperaban que Soto asumiera.

Guerrero Jr. sería el complemento ideal para el antesalista quisqueyano Rafael Devers en la alineación ofensiva y además podrían entregarle la primera base sin problemas. También puede convertirse en la gran figura del equipo.

Pero todos esos beneficios tienen un precio. Para tener a Guerrero Jr. se verán obligados a entregarle a los Azulejos a varios prospectos top.

Roman Anthony y Marcelo Mayer, los dos mejores jugadores de las granjas de Boston, son los nombres que pueden pedir los canadienses como retorno y los patirrojos deben decidir si vale la pena sacrificar a sus promesas por un jugador que causará impacto, pero sólo por unos meses.

Y tendrán que pagarlo si quieren dar vuelta a la página de sus temporadas recientes. Los Medias Rojas ya suman tres años quedando fuera de los playoffs y necesitan dar un golpe ante sus rivales de división: unos Orioles de Baltimore que siguen sólidos y unos Yankees que están armando un equipo que infunde temor.