«La tradición y la vanguardia son lo mismo. No hay nada que no sea tradición que, en su momento, no haya sido vanguardia». Ambos conceptos, tradición y vanguardia, a los que se refirió el consejero de Cultura y Turismo, Gonzalo Santonja, durante la inauguración de la exposición 'Gregorio Fernández y Martínez Montañés. El arte de hacer imágenes,' están aglutinados en la oferta de exposiciones que Castilla y León ofrece para disfrutar estos días festivos. Tres son sus buques insignia. A la mencionada muestra que acoge la Catedral de Valladolid se suman la propuesta realizada para el Musac por el creador y activista Ai Weiwei , el artista chino actual más famoso del mundo, y el acercamiento a la obra del pintor valenciano Joaquín Sorolla que plantea la sala Beato Valentín Palencia, en la Catedral de Burgos, cuya inauguración se tuvo que retrasar debido a las nefastas consecuencias que la dana tuvo en Valencia, pero que luce ya desde finales de noviembre en el claustro bajo de la joya del gótico español. Ha sido la última de las muy recomendadas propuestas en abrir sus puertas. La primera fue inaugurada el pasado 12 de noviembre y desde entonces tiene convertido el gran templo vallisoletano en un «gran museo de la imaginería policromada» con la intención de recrear un diálogo entre los «dos grandes colosos de la escultura española del siglo XVII» . Y es que los artistas barrocos Gregorio Fernández y Juan Martínez Montañés fueron dos genios, cada uno en su ámbito de influencia -Valladolid y Sevilla- y, curiosamente, sin llegar a conocerse compartieron espiritualidad para plasmar lo sagrado en madera. A través de cerca de 70 obras, distribuidas en un preámbulo y seis capítulos, el proyecto expositivo pretende «instruir (por su carácter pedagógico y didáctico), deleitar y emocionar (al reunir obras universales)», dijeron durante su inauguración los catedráticos Jesús Miguel Palomero y René Payo. Para profundizar en las diferencias y semejanzas que hay entre la producción de ambos artistas, sus obras -muchas de ellas claves en sus respectivas trayectorias- entablan conversación, a la vez que el recorrido rastrea las influencias heredadas de sus maestros y las derivadas de su magisterio. Así, exhibe piezas de algunos de los más importantes de sus mentores como Pompeo Leoni y Francisco del Río, en el caso de Fernández, y Pablo Rojas, para Montañés; también, de sus discípulos y continuadores, entre ellos Solanes y Juan de Mesa. Vallisoletanos y visitantes podrán disfrutar de esta muestra hasta el 2 de marzo, el mismo día que concluirá también 'Pintar sin miedo. Joaquín Sorolla y la Valencia de 1900', la muestra con la que Burgos se ha querido adelantar a los actos programados con motivo de la celebración, en 2025, del 950 aniversario del traslado episcopal de Oca a la ciudad castellana. A través de obras cedidas por el Museo Sorolla, el Prado y el Bellas Artes de Valencia, entre otras prestigiosas entidades prestadoras, esta cita se acerca al trabajo del pintor valenciano poniéndola en el contexto de esplendor que vivió la cultura española a finales del siglo XIX y primer tercio del XX. Una época de gran fulgor en las artes, la literatura y el pensamiento que se vio especialmente reflejado en ciudades como Valencia, en la que al mencionado artista se sumaron brillantes personajes como Mariano Benlliure y Vicente Blasco Ibáñez. En medio de corrientes internacionales vinculadas a la pintura realista, Sorolla supo cultivar un estilo muy personal, como queda patente en esta exhibición que recoge retratos, playas, paisajes y escenas costumbristas de la vida rural valenciana y las pone en diálogo con otros artistas del momento. Hace, además, una especial guiño a la ciudad que la acoge mostrando los cuadros que el valenciano realizó de la Catedral. Pero si hay una cita irremplazable en el actual panorama de exposiciones de arte contemporáneo en España es el proyecto creado para el Musac por Ai Weiwei: 'Don Quixote'. A lo largo de 1.700 metros cuadrados, el creador chino desplega 42 piezas (muchas de ellas de gran formato y exhibidas por primera vez en Europa) con las que recorre sus trabajos más impactantes de los últimos veinte años e invita a reflexionar sobre la derivas y las sombras que amenazan al mundo actual. Así, invita a la disidencia, a la rebelión, a través de instalaciones como 'German Combat Helmets', mientras en otras como 'Crystal Ball' parece decirnos que no habrá futuro con el inmovilismo. A estas propuestas que sitúan a Castilla y León en el epicentro de la cultura nacional se suman otras tantas brindadas por los museos de titularidad autonómica, provinciales y archivos históricos, que bien merecen una parada en esta Navidad .