Regulación y usuarios impulsan la sustentabilidad
La sustentabilidad se ha convertido en un tema clave debido a la implementación de nuevas regulaciones, particularmente visibles en Europa y, en menor medida, en América. Canadá, por ejemplo, ha tomado un enfoque proactivo al desarrollar marcos regulatorios y trasladar proyectos de sustentabilidad a países con leyes ambientales menos estrictas, especialmente en sectores como el asegurador.
Una encuesta reciente realizada por Solera a más de 10 mil asegurados en todo el mundo reveló que el 75 por ciento estaría dispuesto a cambiar de compañía de seguros si percibieran que esta no aborda adecuadamente el cuidado del medio ambiente. Sin embargo, esto no significa que los consumidores estén buscando explícitamente la opción más sostenible, aunque en muchas decisiones de compra sí tienden a preferir alternativas más responsables.
Las aseguradoras enfrentan presiones desde dos frentes: por un lado, sus clientes demandan sostenibilidad, y por otro, los mercados financieros y los inversores privilegian criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) al tomar decisiones. En este contexto, medir el impacto ambiental, como la huella de carbono generada por reparaciones, y proporcionar información detallada para mitigar estos efectos son acciones imprescindibles.
Una práctica que fomenta la sostenibilidad es priorizar la reparación sobre el reemplazo de piezas. Esta estrategia no solo reduce costos, sino que también impulsa la economía circular mediante el uso de piezas recicladas, lo que genera ahorros económicos y minimiza la huella de carbono. Además, decisiones estratégicas entre los distintos actores de la cadena de valor, incluidos los talleres, hacen más eficiente el proceso, reduciendo el impacto ambiental y posibilitando pólizas más accesibles y nuevos productos verdes.
Los fabricantes de automóviles ya están adoptando medidas en esta línea, priorizando el uso de piezas recicladas para alargar la vida útil de los vehículos, lo que responde a la creciente demanda del mercado.
Otro aspecto esencial, tanto en la sustentabilidad como en la inteligencia artificial (IA), es contar con una base de datos sólida. Los modelos de IA necesitan alimentarse de datos precisos para aprender y tomar decisiones óptimas. En este caso, la principal fuente de información son los fabricantes de vehículos. La verdadera complejidad radica en la “ciencia de la reparación”: una vez identificado el daño en un vehículo, es crucial determinar las operaciones necesarias para repararlo, integrando todas las fuentes de datos para que la IA elija la solución más adecuada.
Solera, con casi 40 años de experiencia en el sector automotriz, fue pionera en documentar datos clave para facilitar a los profesionales la reparación de vehículos de forma más eficiente y precisa. Sin embargo, enfrentamos desafíos como el envejecimiento del parque vehicular, las crisis económicas que dificultan la compra de nuevos automóviles y la lenta adopción de vehículos eléctricos debido a su alto costo y la falta de infraestructura de carga.
Para alcanzar la sostenibilidad, debemos buscar soluciones eficientes que aborden estas problemáticas. Esto incluye cumplir con las regulaciones, compromisos ambientales y fomentar un mejor futuro a través de información en tiempo real, documentación estricta pero accesible y el impulso de una economía circular que aproveche los recursos existentes de manera inteligente.
El autor es director de Desarrollo de Negocios de Solera para España, Portugal y Latinoamérica.