A las puertas del inicio de 2025, la Junta de Andalucía está evaluando si las tarifas de las tres líneas de Metro (Sevilla, Málaga y Granada) y de los autobuses de los consorcios metropolitanos mantendrán el descuento del 60% en las tarifas de uso habitual que se aplica desde 2023. Así lo confirmó la portavoz del Gobierno, Carolina España, y la Consejería de Fomento, que subrayan que está evaluando la respuesta a la renovación de la medida aprobada 'in extremis' el pasado lunes por el Gobierno de España. El Ejecutivo central renovó en el Consejo de Ministros del lunes 23 de diciembre seis meses más la bonificación del 30% a los títulos habituales de transporte público. Pero lo hizo con la condición de que las administraciones titulares de los medios de transporte (autonomías o ayuntamientos) aportaran al menos otro 20%. Es el mismo modelo que se aplicó en 2024. Y durante ese ejercicio, el Gobierno andaluz se comprometió a financiar el transporte público con el mismo porcentaje que el Ejecutivo central. Es decir, un 30%, Con esta decisión, la reducción de las líneas alcanzó el 60% durante todo el año. Durante los últimos meses el Gobierno andaluz había pedido coordinación e información al Ejecutivo central en torno a la continuidad de la bonificación. Sin embargo, según la Consejería, no recibió información alguna del Ministerio. De hecho, durante meses se planteó un cambio de modelo por parte del Ministerio de Transporte que, finalmente, optó por prorrogar el sistema actual otros seis meses. Formalmente, las administraciones tienen hasta el 31 de enero para aceptar o no participar en el programa de bonificaciones al transporte público del Ministerio , aunque la decisión debe al menos anunciarse antes del 31 de diciembre para que el 1 de enero se apliquen ya las nuevas tarifas y no haya unas semanas con un precio más elevado. El coste para la Junta de Andalucía de esta medida son 11 millones de euros en cuanto a gastos en las dos líneas de Metro con concesiones (Sevilla y Málaga). E n el caso del Metro de Granada y de otros sistemas de transporte metropolitano (buses o tranvías) el efecto es una reducción de los ingresos y no un gasto directo.
