Yo no vivo de mis libros: las regalías son modestas. No vivo de la televisión: el salario es escuálido. Yo vivo de mi familia. Quiero decir: soy un mantenido por mi familia. Más exactamente: vivo de la caridad de mi madre. Mi madre posee un dinero que proviene de las inversiones mineras de su familia. Con esa plata ha comprado apartamentos en la isla en que yo vivo. Ella y su familia vienen con frecuencia a la isla y duermen en esas propiedades. Pero, cuando mi madre no está de visita, yo me encargo de alquilar sus apartamentos a huéspedes que los reservan por una semana, o por dos, o por un mes. De esa manera, cuando las propiedades se...
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