2024 en primera plana
Mucho antes del confinamiento que propició la explosión de la información periodística en los medios impresos y digitales, los artistas de la vanguardia artística de la década de 1920 habían identificado cuánto poder sugestivo y movilizador encerraban determinados objetos gráficos tales como las portadas de revistas ilustradas, los afiches teatrales y cinematográficos, o las pancartas multicromáticas. Más que un ejercicio virtuoso en el que confluían los saberes del diseño aplicado, la composición fotográfica y la perspectiva pictórica, las creaciones de genios precursores de las artes visuales como Marcel Duchamp y Alexander Rodchenko resultaron icónicas para las generaciones posteriores, por la capacidad de síntesis y la osadía conceptual que significativamente fueron apreciadas por sus destinatarios primarios.
Dado el interés planetario que generan determinados procesos geopolíticos, socioculturales, migratorios y ecológicos, las audiencias de los medios informativos más prestigiosos de la época presente —The New York Times, Le Monde, Der Spiegel, La Stampa, L’Orient Le Jour, The Daily Telegraph, The Washington Post, The Guardian, The Economist y El País—, más allá de la barrera idiomática y las identidades gráficas, han indagado en el alcance estético y el tratamiento periodístico de acontecimientos mundiales que, con cierta probabilidad, configurarán nuestra percepción futura de la realidad.
Ya sea el crecimiento de la población penitenciaria como mecanismo de control de la violencia, la celebración de eventos multideportivos, la expansión del consumo de las drogas sintéticas, el empoderamiento de la mujer como «gancho» para las elecciones presidenciales, la proliferación de alianzas militares y áreas de influencia económica, las expresiones de genocidio contra la población civil sometida, las veleidades de los mercados financieros, la omnipotencia de los mastodontes de la comunicación digital, el empleo de la inteligencia artificial en los conflictos bélicos o el auge de las fuerzas políticas de ultraderecha, el 2024 ha sido pródigo en eventos mediáticos que han activado las neuronas a ritmos frenéticos de diseñadores, caricaturistas, fotógrafos y editores.
Más allá de cierto afán compilatorio, hemos seleccionado un conjunto de portadas que, desde diversos estilos, lenguajes y puntos de vista, nos ofrecen un testimonio gráfico y artístico de la complejidad del mundo contemporáneo. Sin desconocer las identificaciones y preferencias que marcan las audiencias letradas, ofrecemos este singular corpus visual que pudiera sugerir dentro de algunas décadas cómo la realidad internacional continuaba interpelando al sujeto moderno en la época de las fake news, el supuesto «fin de la historia» y de la «posverdad».
La inflación y el alto coste de las materias primas han incidido negativamente en la recuperación de la economía mundial. Imagen: The Economist (Reino Unido)
La victoria electoral de Donald Trump ha consternado a los politólogos y la ciudadanía estadounidense. Imagen: Courrier international (Francia)
Los anhelos de justicia histórica para el pueblo palestino han propiciado múltiples expresiones de solidaridad internacional. Imagen: El Salto (España)
El deterioro de la situación humanitaria en la Franja de Gaza ha provocado honda preocupación en la sociedad planetaria. Imagen: NYT Magazine (EE. UU.)
El ascenso de la ultraderecha de corte fascista ha hecho temer a los defensores de la democracia y los derechos humanos. Imagen: Der Spiegel (Alemania)
La pérdida de vidas humanas que provocó la Dana en territorio valenciano sensibilizó a los medios de prensa europeos. Imagen: Daily Mirror (Reino Unido)
Lejos de generar un impacto en la calidad de vida de los argentinos, el reajuste de Milei ha provocado el rechazo de la opinión pública. Imagen: Página 12 (Argentina)
La extensión de la escalada belicista en el Medio Oriente amenaza el equilibrio geopolítico del mundo contemporáneo. Imagen: Le Monde diplomatique (Francia)