El Pentágono ya tiene fecha para el estreno del bombardero furtivo chino H-20
Según un informe de los servicios de inteligencia del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, el primer bombardero furtivo estratégico de alcance intercontinental no estadounidense del mundo, el chino H-20, estará en servicio en la década de 2030. Este bombardero diseñado por la Corporación de la Industria de Aviación de China (AVIC) supone un avance importante en las capacidades militares del gigante asiático.
Expertos en aviación creen que el H-20 representa la aspiración china de imponer un dominio aéreo global a largo plaza compitiendo con los bombarderos estadounidense B-21 Raider y el ruso PAK DA. Sin embargo, no hay unanimidad sobre el potencial de este aparato. Recientemente, un funcionario de inteligencia de EEUU comentó a periodistas convocados que Pekín ha encontrado muchos problemas de diseño de ingeniería al desarrollar su nuevo bombardero Xi'an H-20, y que el avión "probablemente no sea tan bueno" como los aviones estadounidenses con los que está diseñado para competir.
Los medios de comunicación estatales de China afirman que este nuevo bombardero furtivo tendrá una capacidad de ataque nuclear además de funciones convencionales. Aunque los detalles sobre el bombardero furtivo siguen siendo escasos, se cree que el H-20 podría operar como un derivado de alcance extendido del caza de quinta generación J-20, que ya tiene un alcance de 4000 km utilizando combustible interno.
Los más optimistas creen que el H-20 podría cambiar el equilibrio de poder en el océano Pacífico. Argumenta que podría tener una capacidad de carga estimada de hasta 45 toneladas y que podrá portar tanto armas nucleares como convencionales, además de misiles hipersónicos. Según la Oficina de Estudios Militares Extranjeros de EEUU, la capacidad de carga útil pesada del H-20 proporciona a China una aeronave capaz de lanzar grandes volúmenes de municiones o una carga nuclear estratégica a largas distancias.
Su alcance, estimado en 8.500 kilómetros, permitiría a China proyectar su poder mucho más allá de sus fronteras, alcanzando objetivos estratégicos en el Indo-Pacífico y en territorio donde EEUU tiene bases militares (Guam) sin necesidad de reabastecimiento en vuelo. Una de las características más destacadas del H-20 es su diseño furtivo, basado en una configuración de ala volante similar a la del B-2 Spirit de EEUU.
El bombardero actual de China es el H-6, fabricado por la Corporación Industrial Aeronáutica de Xi'an. El H-6 voló por primera vez en 1959 como una copia autorizada del bombardero soviético Tupolev Tu-16. Es un gran bombardero subsónico para todo tipo de clima con una tripulación de cuatro personas y fue diseñado originalmente para transportar armas nucleares.
El Ejército Popular de Liberación de China ha emprendido una política de expansión nuclear hace años que ha hecho que su inventario de armas nucleares se haya disparado, pasando de las 250 ojivas nucleares hace 10 años a unas 500 a día de hoy. Según un informe publicado por el Pentágono, el número de armas nucleares chinas se duplicará hasta llegar a 1.000 en 2030, y estará en camino de alcanzar las 1.500 en 2035.