De una "copia espejo" del móvil a borrar llamadas: dos formas de afrontar la jornada clave de la DANA

Qué estaba haciendo cada dirigente político el 29 de octubre, durante la alerta roja por la DANA que arrasó las comarcas valencianas y ha provocado 223 muertos identificados, será clave no solo para entender la gestión y sus fallos, no solo para determinar responsabilidades políticas y legales, sino para la reparación social y emocional tras la tragedia. En los dos meses que siguen al día de la gran barrancada, representantes institucionales han aportado versiones diversas sobre quién estaba dónde y haciendo qué, relatos que muestran las diferentes formas de un responsable político e institucional de asumir y ejercer el cargo. Una cuestión cabal es saber quién mostró preocupación, quién trató de comunicarse con sus superiores y expertos para tomar decisiones y quién puede sostener con pruebas las acciones que emprendió. Y para determinarlas, será imprescindible analizar las comunicaciones que se dieron, y también las que no llegaron, aquel 29 de octubre.

La falta de una grabación formal y reglada de la sesión en el centro de Emergencias, donde se constituyó el Cecopi, complica la investigación de las horas determinantes. Con todo, se han publicado audios de un momento concreto del encuentro y hubo representantes que acudieron por videoconferencia, además de un sistema informático que registra las acciones que se emprendieron. El registro de llamadas de los miembros del comité también da cuenta de cómo gestionó cada uno la toma de decisiones en un momento de máxima tensión e incertidumbre. Aunque algunos no cuenten con él.

El presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó, aseguró en una entrevista en La Sexta que no recordaba con precisión los hechos y que borró su historial de llamadas en el móvil. Mompó, del PP, dijo que no podía justificar las conversaciones telefónicas con el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, porque habitualmente elimina las llamadas que no tiene pendientes de responder, como quien hace check a una tarea completada. Fuentes de su entorno ratifican esta versión y afirman que es su forma de trabajar, muy metódica. Mompó también afirmó que habló con Mazón desde el teléfono de la consellera de Emergencias, Salomé Pradas, cuando vio que ésta salía de la reunión para contactar con el president, cerca de las 19 horas. Al ser a través de la consellera, tampoco puede enseñarlas.

El también líder provincial del PP se ha abierto a colaborar con las comisiones de investigación y a mostrar la factura de su teléfono móvil -aunque dispone de varios dispositivos, el personal y el del trabajo-, y las llamadas a través de apps como WhatsApp no se reflejan en la factura telefónica. Con todo, es, por el momento, el mayor ejercicio de transparencia de un dirigente del PP en la tragedia. Pese a que la Diputación tenía escasas competencias en esta gestión, Mompó sí estaba en el Cecopi y fue a visitar los municipios afectados durante la mañana, antes de que se convocara la reunión.

Después de que Mompó hablara, Presidencia le recordó que se comunicaron en otras dos ocasiones a través de llamadas de WhatsApp. Según esta versión trasladada a varios medios, Mazón le llamó a las 17.46 para pedirle el teléfono del alcalde de Utiel, localidad que llevaba horas inundada. Esta información viene a defender que Mazón no estaba incomunicado y sí era consciente de la situación porque habló con la consellera de Emergencias, Salomé Pradas, y el presidente de la Diputación. Pradas, destituida hace un mes, mantiene el silencio. Mompó dijo en televisión que “la llamada fue un poco antes de las 19.00 horas”, donde le preguntaron por el mensaje de alerta, que no se envió hasta las 20.12 horas.

El borrado de los teléfonos choca con las acciones que emprendió la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé. La responsable gubernamental explicó en una entrevista en À Punt que hizo una “copia espejo” del teléfono “entero” tras el 29 de octubre, día de la DANA, y aseguró: “Con mi móvil puedo confirmar todo lo que pasó. Yo no he borrado nada”. La socialista insistió en que, ante la gravedad de la situación se guardó las espaldas: “En mi móvil puedo confirmar todo lo que yo he contado y cuento, mis llamadas y mis mensajes. Yo no he borrado nada, todo lo contrario. Cuando llegué a Delegación de Gobierno a los dos o tres días que pude salir un poco del 112, hice una copia espejo de mi móvil y ahí se quedó”. Este sistema permite tener los datos de un dispositivo sincronizados en otro para que puedan consultarse simultáneamente e implica una copia exacta, como un clon digital.

De lo que hizo o no el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón poco se sabe con certeza, y cada versión que se da altera aún más la percepción de los hechos. Por el momento, sostiene que estaba comiendo en un restaurante, aunque aún no ha mostrado la factura, que habló en varias ocasiones por teléfono con la consellera de Emergencias, aunque fuentes presenciales indican que no respondió otras tantas llamadas y que llegó al órgano de emergencias pasadas las 19.30, casi tres cuartos de hora después de que lo alertaran del aviso de rotura de la presa de Forata. Presidencia aseguró a dos medios que Mazón habló con Pradas y el presidente de la Diputación, Vicente Mompó, entre las 17.37 y 18.30 cuatro veces, aunque la única llamada que hasta la fecha confirman todas las partes es la que se produce a sobre las 18.45 horas, cuando se habla de la presa de Forata y el president toma la decisión de trasladarse a l'Eliana. Este viernes, el presidente defendió: que tuvo “sucesivas llamadas” con “muchas” personas, como el presidente de la Diputación de Valencia, la entonces consellera de Emergencias, “con algunos alcaldes, con compañeros de Presidencia de la Generalitat, con responsables de infraestructuras”. Presidencia tampoco ha facilitado el listado de llamadas que se realizaron aquel día.