Piden a Sanidad poner fecha de caducidad a la venta de cigarrillos electrónicos desechables
La presidenta de la asociación Nofumadores.org, Raquel Fernández Megina, ha instado al Ministerio de Sanidad a poner fecha a la prohibición de la venta de los cigarrillos electrónicos desechables, una medida que lleva reivindicando años y que se encuentra en línea de la decisión de una treintena de países, que ya han prohibido su venta.
"El Gobierno español parece decidido, según el texto de la modificación del RD 579-2017, a prohibir los saborizantes en los vapeadores. Sin embargo, tendremos que esperar hasta que salga a consulta el texto de la modificación legislativa de la Ley de Medidas Sanitarias frente al Tabaquismo para saber si finalmente se prohibirá la venta de cigarrillos electrónicos desechables", reza un comunicado de la organización.
Además, ha señalado que la entrada de estos dispositivos al mercado frenó la tendencia del descenso del número de fumadores en la Unión Europea a partir de 2016 y 2017, cuando se comenzó a normalizar de nuevo el consumo de nicotina en espacios públicos, que es uno de los "objetivos" de la industria tabaquera para sobrevivir.
Algunos estudios también apuntan a que aquellas personas que comienzan a vapear tienen hasta un 300 por ciento más de posibilidades de terminar fumando tabaco, razón por la que Megina, ha reclamado "una fecha concreta para acabar con la comercialización de los vapers desechables en nuestro país".
Nofumadores considera también que los cigarrillos electrónicos son una puerta de entrada al consumo de tabaco para los más jóvenes, y que además "se promocionan sin escrúpulos en redes sociales", por lo que Bélgica ha dejado de venderlos desde el 1 de enero de 2025, una medida que seguirá Reino Unido en la segunda mitad del año, y a los que seguirán otros países de la Unión Europea.
"Los cigarrillos electrónicos desechables están hechos para atraer a nuevos consumidores", ha afirmado el ministro de Sanidad Belga, Frank Vandenbroucke, y es que el Gobierno belga fue el primero en reaccionar en Europa contra estos dispositivos, dentro del llamamiento de la UE para conseguir la primera generación libre de tabaco en 2040, reduciendo la prevalencia del tabaquismo por debajo del cinco por ciento.
Según un estudio de 'The Lancet', el "agresivo marketing" de estos dispositivos ha hecho que en Reino Unido el uso de cigarrillos electrónicos entre personas que nunca fumaron previamente se haya multiplicado por siete desde 2021, lo que se traduce en que más de un millón de usuarios que jamás han probado el tabaco vapean a día de hoy.
Francia, por su parte, inició el proceso de eliminación de la venta de los cigarrillos electrónicos de un solo uso en diciembre de 2023, y ya solo falta que los legisladores decidan la fecha a partir de la cual entrará en vigor la medida y se dejen de vender los vapeadores en el país galo. Cabe destacar que en Australia sólo se pueden adquirir en farmacias.
Por otro lado, el Ministerio de Salud de Países Bajos ha logrado derrotar en los juzgados de La Haya a la tabaquera British American Tobacco (BAT), ya que los tribunales han considerado como hechos establecidos que los sabores dulces ejercen un "efecto de atracción" sobre los jóvenes.
"El efecto puerta de entrada no tiene que ser científicamente probado durante años para justificar una prohibición de estos dispositivos. Es suficiente con saber lo dañino que resulta el vapeo para los jóvenes y el atractivo de los sabores dulzones para estos. El estado tiene la potestad para dar más valor a los intereses de la juventud y de una generación libre de tabaco en el contexto de la salud pública", ha sentenciado el tribunal.
Esta decisión "refuerza la legitimidad de aplicar el principio de precaución mediante la prohibición cautelar de la venta de estos nuevos productos de nicotina", según Megina, que considera que no se pueden esperar "décadas a que se pruebe científicamente la toxicidad a largo plazo de estas nuevas formas de consumo de nicotina mientras toda una nueva generación se engancha a ella".
Además de los problemas de salud que conllevan, los cigarrillos electrónicos desechables también representan una carga para el medio ambiente, tanto por el plástico como por la batería, los circuitos y los residuos químicos que generan.
Según el diario británico 'The Guardian', más de un millón de estos dispositivos se tiran cada día en Reino Unido, donde la limpieza y gestión de residuos se convierte, cada vez más, en un coste importante y creciente para las ciudades.
Nofumadores.org ha estimado que cientos de miles de estos cigarrillos electrónicos desechables se descartan a diario en España, sin reciclar, y que sus residuos contaminan por partida triple, pues sus componentes plásticos tardan décadas en descomponerse y, cuando lo hacen, se fragmentan en microplásticos.
Mientras tanto, las baterías de litio y los elementos de calentamiento que llevan son susceptibles de causar incendios, y los metales pesados y a la nicotina que contienen son tóxicos que contaminan el medioambiente, el agua potable y los alimentos.