Tras la Dana, la actividad económica cayó un 80%. El turismo, uno de los pilares de la economía, fue un sector muy afectado y uno de los que antes se intentó reactivar. Volver a una de las ciudades favoritas de tantos viajeros es, además, una forma de colaborar en la recuperación de la zona.

Desde sus playas hasta su rica gastronomía, pasando por un patrimonio cultural único, Valencia tiene mucho que ofrecer y aún más razones para ser el destino perfecto de una escapada en cualquier época del año. Y si te faltan motivos, aquí van cinco que te van a terminar de convencer.

1. Referente gastronómico

Valencia no solo deslumbra por su paella y su horchata, también brilla en el mapa internacional de la sostenibilidad culinaria. Este año la ciudad ha sumado ocho nuevos restaurantes a la prestigiosa We’re Smart Green Guide. Fundada por el chef belga Frank Fol, conocido como “el chef de los vegetales”, esta guía tiene como objetivo destacar a los restaurantes que apuestan por una cocina más saludable, centrada en ingredientes vegetales y basada en prácticas sostenibles. El pasado 10 de diciembre se presentaron sus novedades en una gala celebrada, precisamente, en Valencia. Un broche final de lujo a un año en el que la ciudad ha sido Capital Verde.

Este año la ciudad ha sumado ocho nuevos restaurantes a la prestigiosa We’re Smart Green Guide

Tras la lluvia de Rábanos (distinción otorgada por la guía según el nivel de sostenibilidad de cada restaurante), Valencia consolida su posición como líder en gastronomía sostenible. En total ya son 17 los establecimientos valencianos reconocidos por esta guía, considerada un referente mundial en cocina vegetal y sostenible. Entre los nombres que destacan en Valencia, el restaurante Ricard Camarena brilla con luz propia, manteniéndose en el Top 10 mundial como el séptimo mejor restaurante vegetal del mundo. Por su parte, Begoña Rodrigo, de La Salita, fue galardonada como la mejor cocinera de verduras de Europa y logró posicionar su restaurante en el puesto 16 del ranking mundial.

2. Más arte

Valencia ya iba sobrada de patrimonio y visitas culturales interesantes, pero nunca está de más tener una nueva opción, más todavía si está centrada en arte contemporáneo. Hace un año la ciudad celebró la inauguración del Centro de Arte Hortensia Herrero, un espacio que combina modernidad, historia y vanguardia en pleno corazón de la ciudad y que pronto se ha convertido en un imprescindible.

El Centro de Arte Hortensia Herrero, inaugurado hace un año, se ha convertido en una visita imprescindible

Ubicado en un edificio histórico restaurado con exquisito cuidado, este centro es un símbolo del compromiso de Hortensia Herrero (esposa de Juan Roig) con la conservación del patrimonio y el impulso del arte contemporáneo en la ciudad. Entre sus obras más valoradas destaca el “Tunnel for unfolding time”, una instalación inmersiva de Olafur Eliasson que invita a los visitantes a reflexionar sobre la percepción del tiempo y el espacio. Pero también hay hueco para instalaciones digitales e incluso obras en las que la IA tiene un papel relevante.

3. Recuperar el patrimonio

A las inauguraciones y novedades se suman este año algunas reaperturas interesantes, como la de la iglesia de los Santos Juanes. Tras más de cuatro años de trabajo, los andamios se han retirado y la fachada de este templo gótico vuelve a lucirse. Los trabajos de la Fundación Hortensia Herrero continúan ahora en el interior, donde se centrarán en limpiar las pinturas de la bóveda, una obra de Antonio Palomino. Más de treinta especialistas ultiman los trabajos en los que se están utilizando las tecnologías más punteras, como la biolimpieza con bacterias, el láser o los ultrasonidos, para devolver el brillo del barroco a una de las iglesias más grandes de la ciudad.

4. Nuevo hogar

Este año ha sido muy especial para el Oceanogràfic, el acuario más grande de Europa. A sus más de 500 especies marinas distribuidas en espacios que recrean los principales ecosistemas del planeta, desde el Ártico hasta el Mediterráneo, se le sumaron dos nuevos habitantes muy especiales: “Plombir” y “Miranda”, las dos belugas rescatadas del acuario Nemo de Járkov (Ucrania). Meses después ya están completamente adaptadas a su nuevo hogar y en breve se las podrá ver junto a las dos belugas valencianas, “Yulka” y “Kylu”. El acuario de Valencia será así el único en el que es posible ver a cuatro de estos cetáceos juntos.

5. Sin olvidar lo clásico

Por supuesto, ningún viaje a Valencia estaría completo sin un recorrido por sus imprescindibles. Desde el casco histórico, donde la Catedral, el Miguelete y el Mercado Central siguen siendo los emblemas de la ciudad, hasta sus playas urbanas, como la Malvarrosa, perfectas para desconectar e ir pensando en el verano, que ya está un poco más cerca.

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