El presidente electo Donald Trump,y su candidato para dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., no beben y han sido francos sobre los peligros del alcohol.Pero ninguno de ellos se apresuró el viernes a adoptar la recomendación de la administración saliente de Bidende que las bebidas alcohólicas lleven etiquetas de advertencia sobre el riesgo de cáncer.¿Se volverá a regular el alcohol en Estados Unidos?Una combinación de factores, incluida la tradicional resistencia de los republicanos a la regulación, un poderoso lobby industrial y la presencia de importantes compañías de bebidas alcohólicas en estados conservadores, hacen poco probable que la administración entrante adopte las sugerencias de saluden el corto plazo.El cirujano General de Estados Unidos, Vivek Murthy, pidió que se incluyera la advertencia adicional, diciendo que beber aumenta el riesgo de desarrollar varios tipos diferentes de cáncer, incluidos el cáncer de mama, de colon y de hígado.Trump asumirá la presidencia el 20 de enero y aún no ha hecho comentarios sobre la propuesta, que requeriría una ley del Congreso. Kennedy tampoco se pronunció al respecto de inmediato.Brian Darling, estratega republicano y ex asesor principal del senador estadounidense Rand Paul, no cree que el nuevo Congreso controlado por los republicanos apruebe agregar una etiqueta de riesgo de cáncer al alcohol."No puedo imaginar que un Congreso republicano actúe como un estado paternalista e imponga etiquetas en las bebidas alcohólicas que digan que pueden causar cáncer", dijo. "Me parece completamente incompatible con la libertad y con todo lo que representa el partido".¿Cuál es la relación de Trump con el alcohol y su industria?Trump, cuyo hermano murió de alcoholismo, ha hablado a menudo de los posibles efectos nocivos del consumo de alcohol.Pero el negocio de su familia, ahora dirigido por sus hijos, ha ganado millones en el sector hotelero, en gran parte gracias a los campos de golf y hoteles que posee en todo el mundo. Su empresa también posee una bodega de mil 300 acres cerca de Charlottesville, Virginia.Durante la campaña electoral, Trump prometió recortar las regulaciones gubernamentales que, según él, obstaculizan el crecimiento."Está en contra del alcohol, pero a favor de la libertad", dijo Darling. "Una de las razones por las que votaron a Trump fue porque estaban hartos de que el gobierno federal les dijera lo que pueden y no pueden hacer".Los republicanos tienen ventaja en ambas cámaras del Congreso, que asumió sus funciones el viernes. No quedó claro de inmediato si la propuesta de Murthy contaba con un amplio apoyo."Sigan teniendo sed, amigos míos": Greg AbbottLa industria de la cerveza, el vino y los licores es una fuerza formidable. Aportó 24,9 millones de dólares durante el ciclo electoral de 2024, según datos de OpenSecrets, un grupo no partidista que rastrea el dinero en la política estadounidense.Un poco más de la mitad de esa cifra, el 50.3 por ciento, se destinó a los republicanos y el 48.7 por ciento a los demócratas.La mayor beneficiaria individual entre 2023 y 2024 fue la candidata presidencial demócrata Kamala Harris, con 1.1 millones de dólares donados. Trump quedó en un distante segundo lugar, con unos 306 mil dólares.Los principales fabricantes de bebidas alcohólicas de Estados Unidos tienen su sede en estados conservadores dominados por los republicanos, entre ellos Kentucky, Tennessee y Texas. Esos estados votaron por Trump en gran número. Las oficinas de sus gobernadores no respondieron a las solicitudes de comentarios sobre la recomendación del director general de servicios de salud.Oscar Brock, miembro del Comité Nacional Republicano de Tennessee, dijo que no creía que los estadounidenses estuvieran preparados para enfrentar los riesgos para la salud del alcohol de la misma manera que enfrentaron el tabacohace años."Nos llevó años conseguir etiquetas de advertencia en el tabaco, años después de conocer sus efectos nocivos", dijo Brock. "Sabes, desde luego no vamos a volver a la Prohibición".Brock, cuyo estado es el hogar del whisky Jack Daniel's y muchos otros destiladores, dijo que el lobby de las bebidas alcohólicas era quizás el más influyente en Tennessee, impulsado por el dinero de productores, mayoristas, distribuidores y minoristas.Texas, hogar de marcas populares de tequila y vodka, aprobó una ley que amplía las ventas de alcohol en 2021. El gobernador Greg Abbott, republicano, celebró en las redes sociales exclamando: "Sigan teniendo sed, amigos míos".Murthy también instó a que se reevaluaran los límites establecidos por las directrices para el consumo de alcohol a fin de tener en cuenta el riesgo de cáncer. En los Estados Unidos, se producen anualmente unos 100 mil casos de cáncer relacionados con el alcohol y unas 20 mil muertes por cáncer relacionadas con el alcohol.Kennedy, que debe ser confirmado por el Senado, supervisaría la Administración de Alimentos y Medicamentos en su papel de gabinete y estaría en condiciones de influir en la reescritura de las pautas dietéticas para los estadounidenses, incluidas las recomendaciones sobre el consumo de alcohol.Ha renunciado al alcohol y las drogas después de sus problemas pasados con el abuso de sustancias y dice que asiste a las reuniones de Alcohólicos Anónimos.Murthy, quien dejará su puesto cuando Trump asuma el cargo, podría ser reemplazado por Janette Nesheiwat, directora de una cadena de clínicas de atención de urgencia de Nueva York y elegida por Trump para directora general de sanidad.Como experta en salud que apareció periódicamente en Fox News, Nesheiwat abogó por un consumo limitado de alcohol y elogió a los jóvenes por beber menos que los estadounidenses mayores. También debe ser confirmada por el nuevo Senado.
