El traslado al trabajo en transporte público siempre ha sido una oportunidad conveniente para evaluar el cambio en la forma de consumo de los medios. Hace 70 años, lo que se veía era un mar de cabezas detrás de los periódicos. Hace unos 15 años, tenía los ojos pegados a las pantallas. A primera vista, la imagen es similar a la actual, pero eso pasa por alto una sutil diferencia. Antes, esas pantallas solían mostrar palabras; ahora lo que alcanzarás a ver es el parpadeo revelador de un flujo interminable de videos de formato muy corto.El último cambio puede parecer mucho más sutil que el primero, pero no estoy seguro de que eso sea cierto.Lo impreso en papel está en declive desde hace varias décadas, pero tal vez se aprecie menos el cráter en el consumo de cualquier noticia escrita. En Estados Unidos (EU), la proporción de adultos que lee noticias en línea cayó de 70 a 50 por ciento desde 2013. La proporción de británicos y estadunidenses que no consumen ningún medio informativo convencional aumentó de 8 a 30 por ciento. Si bien el declive de la prensa impresa fue principalmente un problema para los resultados de los periódicos, la disminución del consumo de noticias en general es un problema para la sociedad.Las redes sociales dominan ahora. En la actualidad, los adultos estadunidenses menores de 50 años tienen más probabilidades de obtener sus noticias directamente de los feeds en las redes sociales que de un artículo de noticias, ya sea impreso o en línea, según el último Informe de Noticias Digitales del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo. Las tendencias en la mayoría de los demás países son similares.Estos cambios tienen consecuencias significativas, algunas de las cuales apenas estamos empezando a percibir.En un nivel fundamental, el paso de artículos de unos cuantos cientos de palabras a 280 caracteres en la década de 2010 significó un cambio, desde incluso la modesta cantidad de detalles y sutilezas en el informe de noticias promedio a un mundo de opiniones demasiado simplificadas. Las disyuntivas y la complejidad no se ven.No solo se trata de formatos cortos. La retroalimentación instantánea en forma de “me gusta” y el conteo de publicaciones compartidas le enseñó rápidamente a la gente que el contenido que tiene un mejor desempeño generalmente es el que es exagerado y hostil en lugar de moderado y matizado. El panorama de los medios emergentes se volvió desfavorable para una clase dirigente centrista con un alto nivel de educación, pero una bendición para los populistas y radicales.La última fase de la transición de los medios digitales, el rápido ascenso de video de formato corto, posiblemente es un cambio aún mayor. Plataformas como TikTok e Instagram ahora hacen ver pequeños a Facebook, X y Bluesky entre los jóvenes, y el mismo cambio está en marcha entre los adultos.Estas plataformas son fundamentalmente diferentes. Las redes sociales basadas en texto todavía favorecían al periodismo convencional, en parte porque la escritura concisa ayuda, y el feed cronológico recompensaba las noticias. Con el giro hacia el video, la balanza se inclina hacia el otro lado. En TikTok e Instagram, la moneda es el carisma, la energía y la forma de mostrarlo: ser el primero es menos importante que ser hiper-atractivo.Esto se confirma en más datos de Reuters, que muestran que incluso cuando las redes sociales comenzaron a canibalizar los sitios web de noticias, las cuentas de noticias más destacadas en las plataformas de redes sociales basadas en texto seguían siendo periodistas y organizaciones de noticias convencionales. En el mundo del video, es más probable que las personas recurran a influencers y creadores de contenido que a las fuentes tradicionales, no solo para contenido de estilo de vida sino también para noticias.Esta es otra forma en que los outsiders políticos pueden manipular a su favor. Los medios emergentes son, por definición, menos acogedores con los políticos de la clase dirigente, y la independencia de las grandes marcas tradicionales también significa que son libres de alojar y publicar lo que los medios convencionales no harían. La investigación muestra que la clase más reciente de influencers de noticias se inclina ligeramente a la derecha en términos de su política, pero incluso aquellos con diferentes políticas están en contra de la clase dirigente.Los cambios en la forma en que las personas escuchan las noticias son parte del mismo patrón. Los podcasts, donde la norma es escuchar en privado a través de audífonos, son una bestia muy diferente de la radio, cuya cultura y contenido se formaron en una era en la que una pareja o una familia podían escuchar juntas en el auto o en la cocina. Esto facilita tanto un panorama más fragmentado como una mayor comodidad con una producción controvertida. Es mucho más fácil que la “manosfera” de los medios digitales, a menudo iconoclasta, florezca en este mundo que en el anterior.En forma y función, tono e incentivos incorporados, el panorama de los medios emergentes de 2024 es bastante diferente al de 2014, por no hablar del de 2004 o 1994. Sería extraño que esto no tuviera un impacto en nuestra política.ERR
