Después de lo vivido
con las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor, lamentablemente la mala imagen del club va de mal en peor. El Barça no puede degradarse así, con continuos engaños y medias verdades.
El club está hipotecado hasta las cejas y se necesita un cambio de rumbo urgente. De tanto jugar con fuego, al final se han quemado.
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