El maestro del repujado y los martillos se marchó en las primeras horas de 2025. Sus compañeros de profesión quisieron rendirle un primer tributo acudiendo el pasado 1 de enero al tanatorio de la SE-30 donde se velaban los restos de una de las figuras más importantes del Arte Sacro del siglo XX. Hoy Juan estará ya repujando nubes y estrellas. Su legado es tan importante que los orfebres de Sevilla lo quisieron reconocer juntos en la hora de su muerte.