Ucrania busca la mejor fórmula de reclutamiento militar
Entre 10.000 y 30.000 hombres son reclutados cada mes en el ejército ucraniano. Aunque no hay duda para la mayoría de los ucranianos de que esto es inevitable y justificado en un país que se defiende de la agresión rusa, es otra tragedia más que la guerra ha traído consigo para ellos.
“Vivo solo. Si me pasa algo, si pierdo una pierna o un brazo, ¿quién va a cuidar de mí?”, dice Stepan, un geógrafo de 42 años de Lviv. Hace unos meses encontró un trabajo en una escuela local, lo que le proporcionó una exención del servicio militar. Antes de eso, como miles de hombres ucranianos, vivía con el temor de estar enviado al frente.
“Si me reclutan, lo más probable es que me envíen a la infantería porque es allí donde falta la gente. Amo la vida y tengo miedo de morir”, dice Volodymyr, un informático de 35 años.
Desde hace casi un año se queda en casa, donde trabaja en línea, para evitar encontrarse con una patrulla de las que a veces aparecen en las calles para revisar los documentos militares de los hombres y llevarse consigo a un centro de reclutamiento local a los que no tienen exenciones del servicio militar.
Los hombres de entre 25 y 60 años pueden ser reclutados, con excepciones para quienes cuidan a sus familiares incapacitados, tienen más de dos niños o trabajan en la medicina, la educación o en empresas críticas para la economía del país.
La mayoría de los hombres de entre 18 y 60 años no pueden salir del país pero decenas intentan cruzar a pie la frontera occidental cada mes. Algunos arriesgan sus vidas para cruzar a Rumanía por los Cárpatos. Unos 50 hombres han muerto hasta ahora al intentar cruzar a nado el río Tisa hacia Hungría, según reveló el servicio fronterizo de Ucrania en diciembre.
Estos casos, aunque extremos, contrastan con la situación de los primeros meses de la invasión, cuando decenas de miles de voluntarios acudieron directamente al frente o a los centros de reclutamiento. Los informes desde el frente confirman que el ejército necesita más soldados motivados y sanos para contener la presión rusa.
Es consecuencia de que los políticos ucranianas no han abordado el problema de forma oportuna para crear reservas de antemano, dijo a La Razón Oleksi Melnik, antiguo ayudante del Ministro de Defensa de Ucrania y experto del Centro Razumkov en Kyiv.
Dudaron y evitaron decisiones impopulares y todavía no han logrado equilibrar las normas de la sociedad democrática ucraniana y sus preocupaciones electorales con la triste realidad de tener que reclutar a más gente.
“Aun así, dudo que otros países europeos democráticos serían capaces de movilizar a tanta gente como hace Ucrania, con sus recursos limitados”, subraya Melnik.
Es más fácil para Rusia, un país autoritario que también paga hasta 50.000 euros en primas de contratación a los nuevos soldados gracias a los ingresos procedentes de las exportaciones de petróleo y gas.
Mayores estímulos financieros para los soldados que actualmente reciben entre €500-2.500 por mes, así como límites a la duración del servicio militar, más capacidad para elegir una unidad en la que servir, más armas y entrenamiento: todo esto ha sido mencionado como cosas clave para mejorar la situación mientras continúa el debate público sobre el tema.
El estado y las unidades individuales del ejército invierten mucho esfuerzo en crear rutas alternativas para los nuevos reclutas - además de la conscripción obligatoria - y darles más control sobre su destino. “Me uní porque muchos de mis amigos están aquí. También quiero vengar a aquellos que han sido asesinados por los rusos”, dijo a La Razón Oleksi, que eligió convertirse en operador de drones en la 24 brigada que lucha en Chasiv Yar en Donetsk.
En cambio, reducir la edad de reclutamiento a 18 años -como Estados Unidos ha sugerido que Ucrania debería hacer- solo profundizaría los problemas demográficos del país. No tiene sentido también porque los aliados del país cumplen sus promesas de apoyo militar lentamente, según el presidente Volodimir Zelenski. El país carece actualmente de las armas para equipar a los nuevos soldados, argumentó recientemente.
Los aliados deben comprender que, independientemente de lo que haga Ucrania, seguirá teniendo menos soldados que su enemigo mucho más grande, subraya Stanislav Aseyev, escritor y ex soldado de infantería.
Aunque el país necesita soldados para mantener la defensa, sólo puede contener a un oponente más grande si recibe o crea suficientes armas mejores y más tecnológicas y las usa de manera más eficiente que el enemigo. Los drones están desempeñando un papel aún más importante en el mar, la tierra y el aire y el mando militar de Ucrania los reconoce como una de sus principales esperanzas.
Además, aunque la mayoría de los hombres no se apresuran para unirse al ejército voluntariamente, están listos para hacerlo si se les llama a las armas, explica Antón Grushetski, director del Instituto Internacional de Sociología de Kyiv.
"A muchos les gustaría que el reclutamiento fuera más justo, más eficiente. Pero entienden que esta guerra es existencial. Nos dicen: vivo aquí, mi familia está aquí, amo a Ucrania y la defenderé", subraya.