Una investigación científica reveló cómo debés sonarte la nariz de forma correcta para no empeorar los síntomas
La forma en que nos sonamos la nariz podría ser más importante de lo que creemos para nuestra salud. Un reciente estudio científico ha detallado sobre cómo este acto cotidiano puede influir en la gravedad de los síntomas de congestión y malestar nasal.
Una interesante investigación científica realizada por la Universidad de Virginia y publicada en Clinical Infectious Diseases ha analizado cómo distintas maneras de sonarse afectan nuestra anatomía nasal.
Los resultados sugieren que la forma en que lo hacemos puede ser determinante para aliviar o agravar los síntomas y destaca la importancia de adoptar métodos adecuados para mantener la salud de las vías respiratorias.
El impacto en la salud nasal al sonarse con fuerza la nariz
Sonarse la nariz con demasiada fuerza puede agravar los síntomas de un resfriado y causar complicaciones graves. Esto incluye infecciones en los senos paranasales e incluso fracturas en los huesos faciales cercanos a los ojos. Por lo tanto, la técnica correcta es esencial para evitar estos riesgos.
Dentro de la nariz, existe una compleja red de estructuras que filtran, humedecen y protegen las vías respiratorias. Cuando estamos resfriados, la producción de moco aumenta, lo que obliga a la necesidad de eliminarlo de manera adecuada. Un sonado incorrecto puede interferir en este proceso, por eso es importante para un correcto cuidado de la salud.
La investigación liderada por Jack M. Gwaltney reveló que al sonarse con fuerza se genera una presión intranasal de 66 mmHg. Esta presión puede empujar moco hacia los senos paranasales y bloquear los pasajes nasales, a la vez que aumenta el riesgo de infecciones.
En comparación, otras acciones como toser o estornudar ejercen presiones mucho menores. Es por eso que sonarse con demasiada fuerza puede ser más perjudicial que útil al intentar aliviar los síntomas del resfriado.
Los riesgos de sonarse la nariz con demasiada fuerza
Aunque parece una acción simple, sonarse la nariz con demasiada fuerza puede tener consecuencias negativas para la salud. Además de afectar los senos paranasales, también puede generar una serie de complicaciones graves.
A continuación, te explicamos los principales riesgos asociados con esta práctica.
- Dolor de oídos: la presión excesiva puede empujar el aire hacia las trompas de Eustaquio, algo que causa incomodidad y dolor en los oídos.
- Hemorragias nasales: al aplicar demasiada fuerza, los capilares delicados dentro de la nariz pueden romperse, lo que resulta en sangrados nasales que podrían requerir atención.
- Lesiones en la cavidad ocular: en situaciones extremas, el sonado con mucha presión puede causar fracturas en los huesos cercanos a los ojos, aunque esto es sumamente infrecuente.
La clave para evitar estos problemas está en realizar el acto con suavidad y sin aplicar demasiada fuerza.