Ráfagas rápidas de radio y magnetares: nuevos hallazgos sobre explosiones cósmicas
La energía liberada por las ráfagas rápidas de radio (FRB) es equivalente a la de 500 millones de soles, destacando la magnitud de este fenómeno astronómico.
Avances en el estudio de ráfagas rápidas de radio
Un estudio reciente, publicado en la prestigiosa revista Nature, ha revelado información significativa sobre las ráfagas rápidas de radio (FRB), fenómenos enigmáticos que han capturado la atención de la comunidad científica desde su descubrimiento en 2007. En particular, se ha confirmado que estas ráfagas se originan en magnetares, que son estrellas de neutrones con campos magnéticos extremadamente intensos, con fortalezas que superan en mil veces a las de otras estrellas de neutrones.
En el año 2020, un magnetar de nuestra propia galaxia emitió una poderosa llamarada de ondas de radio que facilitó la investigación de las FRB. En 2022, los científicos lograron rastrear una de estas ráfagas, conocida como 20221022A, hasta un magnetar situado a unos 200 millones de años luz de la Tierra. Esta asociación ha aportado una nueva comprensión sobre la relación entre los magnetares y las FRB, ambos objetos fascinantes en el vasto espacio.
Mecanismos en la magnetosfera
Los magnetares poseen campos magnéticos tan extremos que dificultan la existencia de átomos en sus proximidades. Según el físico Kiyoshi Masui, estos campos no solo son extraordinarios por su intensidad, sino que también almacenan energía que puede liberarse en forma de ondas de radio. Las FRB, aunque transitorias y breves, liberan energía equivalente a la de 500 millones de soles, haciendo que su estudio sea un gran reto debido a su naturaleza efímera.
Un equipo de investigadores empleó un enfoque innovador al analizar el fenómeno del centelleo, que distorsiona la luz a medida que atraviesa el gas en el espacio. Esta técnica les permitió rastrear la FRB 20221022A, determinando que se originó a solo 10,000 kilómetros del magnetar. Para dar contexto, Masui comparó esta hazaña con medir el ancho de una hélice de ADN desde la distancia lunar, reflejando la precisión extraordinaria del estudio.
Implicaciones y descubrimientos futuros
Además, el análisis reveló un patrón en la polarización de la luz de la FRB, que sugiere que la fuente de la explosión está relacionada con un objeto en rotación. Este hallazgo es fundamental para avanzar en la comprensión de las FRB y ampliar el conocimiento sobre sus orígenes y variaciones potenciales. Se espera que investigaciones futuras utilicen métodos como el centelleo para explorar otros fenómenos cósmicos y descubrir nuevos tipos de estrellas emisoras de FRB.
La potente energía de las FRB sigue intrigando a los científicos, que consideran que la diversidad de estos fenómenos aún está lejos de ser completamente comprendida. “Las ráfagas ocurren todo el tiempo”, señala Masui, lo que presenta un campo fértil para la investigación. Este avance no solo aborda un misterio astronómico sino que también redefine el entendimiento del universo en el contexto de fenómenos extremos generados por magnetares.