A mediados de 2005 la Reina Sofía inauguraba oficialmente el Parque Joyero, un recinto que nacía con el objetivo de aglutinar al principal sector industrial de la ciudad y de potenciar su expansión internacional. En estas dos décadas el espacio ha atravesado por múltiples dificultades que en algunos momentos han llegado, incluso, a ponerlo en jaque. Sin embargo, el centro productivo ha conseguido reactivarse con distintas medidas, entre las que se encuentran la entrada de empresas no ligadas directamente a la actividad orífice, lo que le ha permitido estar cerca de completar todos los locales con los que cuenta la instalación, cuya superficie ronda los 140.000 metros cuadrados. El presidente del Parque Joyero , Rafael Ruiz, hizo un balance positivo de 2024 al asegurar a ABC que, «a pesar de las dificultades económicas globales y la incertidumbre en algunos sectores, hemos mantenido un crecimiento sostenido y hemos reforzado nuestra posición como referente empresarial de la ciudad». Actualmente, el recinto industrial, según informó el directivo, se encuentra con un grado de ocupación del 95 por ciento, lo que significa que hay allí ubicadas 314 empresas tanto joyeras como de otros sectores complementarios. Estas compañías generan unos 1.500 empleos, «lo que supone un impacto económico y social significativo para Córdoba». El responsable del espacio espera que este crecimiento continúe este año. Ruiz, al frente del centro desde 2013, confía en llegar al 100% de ocupación al término del presente ejercicio. «Para ello vamos a seguir mejorando las infraestructuras para atraer nuevas inversiones y fomentar sinergias entre las empresas instaladas», recalcó el máximo representante, quien agregó que «se ha realizado hasta ahora una inversión significativa en la modernización de nuestras instalaciones y la optimización de servicios esenciales como la seguridad, proporcionando un entorno empresarial eficiente y seguro, un aspecto que consideramos el principal factor diferenciador al brindar a las empresas la tranquilidad de operar en un entorno altamente protegido». Hace algunos años el Parque Joyero dio un viraje a su estrategia y empezó a permitir la entrada de negocios que no pertenecían a la actividad orfebre. Estas firmas han experimentado un importante crecimiento desde entonces y ya representan un 30 por ciento del total de compañías allí presentes. «Este dato refleja la diversificación que hemos impulsado en los últimos años para ofrecer espacio y recursos a negocios de otros sectores, una variedad que aporta dinamismo al recinto y garantiza su sostenibilidad a largo plazo al complementar la actividad tradicional joyera, aparte de ofrecer sinergias que nos aseguran un entorno altamente protegido», destacó el directivo. Ruiz hace balance «altamente satisfactorio» de estos 20 años de existencia del centro productivo. Según afirmó, «desde su nacimiento como epicentro de la industria joyera, el parque ha experimentado una transformación significativa, consolidándose como un referente, no solo para el sector, sino también para empresas de sectores diversos, además de que ha crecido en infraestructuras para ofrecer un entorno empresarial seguro, eficiente y adaptado a las necesidades de las compañías que lo integran». Para conmemorar este aniversario se están preparando un evento sin fecha aún definida que «hará un recorrido por estos 20 años a fin de reflejar nuestro compromiso con el desarrollo económico y la modernización hasta haber conseguido ser un espacio de referencia para Córdoba , así como para reconocer los logros alcanzados, mostrar nueva evolución y compartir las nuevas oportunidades que nos ofrece el futuro con un enfoque en la sostenibilidad, la innovación y la colaboración empresarial», según anunció el presidente. Dentro del parque se ubica la Escuela de Joyería, un centro destinado a la formación de futuros trabajadores de la actividad orfebre. Anexo a la instalación se encuentra el Centro de Exposiciones, Ferias y Congresos, un espacio que, a su juicio, «ha convertido a nuestro recinto productivo en un punto de referencia para la celebración de grandes eventos de relevancia regional y nacional, así como para favorecer la llegada de visitantes hasta nuestras instalaciones y, de este modo, generar oportunidades de negocio adicionales para las empresas ubicadas en el parque». La industria joyera se ha caracterizado en los últimos años por sufrir numerosos altibajos. Para Ruiz, «nuestro sector está atravesando un proceso de transformación y, a pesar de las dificultades, sigue siendo un referente a nivel nacional e internacional gracias a su tradición, calidad y capacidad de innovación». Según detalló, las empresas orfebres han hecho una apuesta fuerte por la digitalización, la sostenibilidad y por la apertura de nuevos mercados. En 2024 el oro alcanzó precios históricamente altos, lo que ha afectado directamente a estas firmas fabriles al encarecer sus costes de producción y, con ello, reducir sus niveles de competitividad. El también director de Martín&Ruiz prefirió ver esta situación como una oportunidad, ya que «muchas empresas han sabido adaptarse a este escenario mediante el uso de nuevos materiales y la optimización de sus procesos, al mismo tiempo que se ha incentivado la creatividad con la apuesta de diseños innovadores y diferenciados que aportan valor al cliente final». La joyería cordobesa tiene el objetivo desde hace años de conseguir una Indicación Geográfica Protegida (IGP) . Ruiz espera que 2025 sea el año en el que finalmente se apruebe este sello, que «marcará un antes y un después para nuestra actividad al reconocer oficialmente la calidad del sector joyero local, suponer un impulso muy importante para su promoción internacional y mejorar su protección frente a la competencia desleal».
