La cuenta regresiva para que Donald Trump regrese a la Casa Blanca arrancó y, con ello, decenas de migrantes han agilizado su traslado a la frontera norte de México con la esperanza de poder cruzar y alcanzar el tan anhelado “sueño americano”. Entre campamentos y refugios, algunos se mantienen a la expectativa de la resolución de sus trámites migratorios mientras que otros optan por una opción aún más arriesgada: los cárteles mexicanos.Recientemente, el periodista Pedro Domínguez reportó para MILENIO que el tráfico de personas deja a organizaciones criminales ganancias anuales de hasta 100 millones de dólares, tan solo en las operaciones que se realizan en el cruce de Chihuahua y Texas. Si bien desde años atrás se cuentan con reportes sobre las cuotas que grupos delictivos cobran a migrantes para cruzarlos a Estados Unidos, éstas han aumentado su costo de frente al endurecimiento de medidas que el presidente electo ha anunciado para frenar el flujo migratorio al país vecino. La postura de Donald Trump sobre la política migratoria ha dejado un mercado abierto para el crimen organizado en México que no solo aprovecha la necesidad de las personas en movilidad para cobrarles cantidades exorbitantes por cruzar en peligrosas travesías, sino que también los convierte en objetivo de otros delitos como el secuestro y la extorsión. Pese a que la incidencia de dichas actividades criminales suelen registrarse en territorio mexicano, el Departamento de Seguridad Nacional cuenta con información sobre un peculiar método en el que la pesadilla que los migrantes viven al caer en manos del crimen organizado no termina al cruzar la frontera sino que se extiende aún en su estadía en Estados Unidos. El control de los cárteles mexicanos en la frontera Un informe del comité de seguridad nacional que encabeza Alejandro Mayorkas publicado en septiembre de 2023 detalla que antes de que los cárteles incrementaran su presencia y control en la frontera sur de Estados Unidos, las y los migrantes podían cruzar por sus propios medios. Sin embargo, actualmente es prácticamente imposible transitar sin pagar algún tipo de cuota a las organizaciones criminales. "Hoy en día, casi cualquier persona que cruza la frontera suroeste, incluso en los puertos de entrada, lo ha hecho sólo porque primero ha pagado a un cártel o ha aceptado, consciente o inconscientemente, endeudarse durante meses o años con la organización al llegar a Estados Unidos", explica el informe del Departamento de Seguridad Nacional. En febrero de 2023 John Modlin, jefe de patrulla en el sector Tucson, afirmó que ningún migrante en la zona cruza sin pagar a los cárteles. Un año antes Mark Morgan, ex comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), explicó que el dinero que las organizaciones criminales obtienen de la migración ilegal eventualmente aumenta su influencia y dominio en la frontera, además de que financian el resto de su portafolio delictivo, incluyendo el tráfico de drogas. El ‘debt bondage’ Nery Cutza, un adolescente de origen guatemalteco, tenía tan solo 13 años cuando a través de Facebook se le presentó una atractiva oportunidad de dejar su país y emprender la búsqueda de una mejor calidad de vida en Estados Unidos. Bastó un mensaje para que el joven encontrara un patrocinador que se ofreció a pagar todos los gastos que implicaría trasladarse hasta Florida, sin embargo, en su llegada al destino la deuda de Nery ascendió a alrededor de 4 mil dólares, además de que aún tenía que buscar un sitio donde vivir. "Su patrocinador le enviaba mensajes de texto amenazadores y mantenía una lista actualizada de nuevas deudas: 140 dólares por completar el papeleo; 240 dólares por ropa de Walmart; 45 dólares por una cena de tacos. ‘No te metas conmigo’, escribió el patrocinador. ‘No significas nada para mí'", cita a una investigación periodística el informe del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.Al igual que aquel joven guatemalteco decenas de migrantes han sido víctimas de un peculiar método de extorsión que consiste en generarles deudas difíciles de costear a cambio de cruzarlos por la frontera sur de Estados Unidos. Dicho método, conocido como ‘debt bondage’ fue reportado desde 2021 en un informe del Departamento de Seguridad Nacional en donde se desglosan las "formas alternativas de pago". Entre las prácticas más comunes destacaron el exigir a los migrantes que participen en el contrabando de sustancias controladas u otros artículos ilícitos o que trabajen directamente para sus “patrocinadores” que son, en su mayoría, miembros de organizaciones criminales. Pagar su deuda facilitando o cometiendo delitos en contra de la ciudadanía estadounidense no es una elección propia para los migrantes. Y es que, de negarse a realizar las exigencias, su propia vida y la de su familia corre peligro. “Si no pagan sus deudas, el cártel tiene información sobre adónde van, pero lo que es más importante, tiene información sobre sus familias en sus países de origen. A partir de ahí, pueden empezar a amenazarlos y hacerlos responsables mediante la servidumbre por deudas.O pagas o iremos a por tu familia”, señaló en el reporte Jaeson Joner, capitán del Departamento de Seguridad Pública de Texas. En el caso de las mujeres, el “pago de su deuda” no se limita únicamente a realizar actividades relacionadas al tráfico de drogas sino que también suelen ser forzadas a realizar trabajos de explotación sexual.Una de las formas en que algunos de los cárteles llevan a cabo sus operaciones de tráfico masivo y esclavizan a las personas mediante el 'debt bondage' es mediante un complejo sistema de pulseras. Estas pulseras ayudan a crear un inventario de quienes deben dinero a los cárteles al llegar a los Estados Unidos, a dónde se dirigen las personas, qué grupo es responsable del contrabando del extranjero y otra información logística."Aquellos con pulseras rojas son los que cruzan por primera vez y aquellos con pulseras moradas no pueden intentar cruzar de nuevo”, detalló un informe de la oficina del representante demócrata de Texas, Henry Cuellar. Como si de ganado se tratara, las personas migrantes son tratadas como una mercancía que es obligada a cumplir con la exigencia de criminales a cambio de un poco de esperanza para cruzar a Estados Unidos. Prácticas como el ‘debt bonage’ no solo dan pie a que se criminalice a la población migrante sino que también da cuenta sobre cómo los cárteles mexicanos han encontrado en la necesidad de los migrantes una posibilidad de fortalecer sus lucrativos negocios. Mientras Donald Trump insta a endurecer la política migratoria de su mandato entrante, por la frontera continúan cruzando ilegalmente personas de distintas nacionalidades que no solo se encuentran no solo bajo la mira de organizaciones criminales sino también de autoridades estadounidenses. Todo por el “sueño americano”. ATJ
