Pasará Laporta, Leo seguirá

Pasará el presidente Laporta, se esclarecerán los líos que han hecho que toda la oposición se alinee para que haya un cambio urgente en la cúpula del Barça, se ganarán y perderán títulos, habrá un nuevo estadio y la plantilla de turno volverá a dar días de gloria a tantos aficionados que atraviesan el invierno del descontento. Lo que veo muy improbable que se repita es que el mejor jugador de la historia, Leo Messi, fuera echado del Barça con engaño y sin rendirle el homenaje que merece. Tampoco verán los tiempos que un presidente norteamericano en ejercicio le conceda al más grande jugador de la historia del Barça la medalla presidencial de la Libertad junto a personajes como José Andrés, Denzel Washington, Bono, Ralph Lauren, Hillary Clinton… El presidente Biden, con un pie fuera de la Casa Blanca, se refirió a los premiados “como personas con contribuciones ejemplares a la prosperidad, los valores, la seguridad, la paz mundial…” Se irá Laporta y Messi seguirá en el recuerdo y el imaginario futbolístico mundial. Diez Ligas y cuatro Champions. Más balones de oro que nadie. El más grande. Messi debió recoger el premio. Tenía compromisos en Argentina y agradeció a Biden el “profundo honor” y el “privilegio enorme” de la distinción. Cometió un error o fue mal aconsejado. Pero el Barça tiene pendiente el homenaje y una estatua al más grande. No es menos que Cruyff ni Kubala ni Samitier. Él no muestra resentimiento y exhibe su barcelonismo, ahora desde Miami. Y quiere volver a vivir en Barcelona. El problema es que Laporta no puede reparar el haberlo echado en 24 horas cambiando incomprensiblemente de opinión y rompiendo lo pactado. Otros vendrán.

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